La carrera global para desarrollar vacunas contra el COVID-19 ya desató una nueva guerra de inteligencia entre las potencias más grandes, con el condimento de los hackers y espías como protagonistas. Buscan robar y proteger datos sobre las vacunas que están desarrollando los principales laboratorios e instituciones académicas.
El apuro en pos de desarrollar vacunas anti COVID-19 no solo interpela a los fabricantes, empresa de estudios clínicos y distribuidores sino que también se está convirtiendo en un tema de agenda del espionaje internacional.
De hecho, Ken McCallum, el flamante director de MI5, el servicio de seguridad del Reino Unido, dijo a la prensa que la agencia de espías británica estaba trabajando para defender el trabajo de investigación de instituciones y laboratorios como la Universidad de Oxford y Astra Zeneca contra eventuales hackeos de otras potencias mundiales. Ver nota de Reuters.
Sus declaraciones vinieron después de que en Estados Unidos se informara el mes pasado que hackers chinos habían intentado acceder a datos de estudios llevados a cabo por la Universidad de Carolina del Norte.
El New York Times comparó la puja para desarrollar vacunas anti COVID-19 con la carrera espacial de mediados del siglo pasado. Definió el ambiente como uno de los “cambios de misión más rápidos en tiempos de paz” para las agencias de inteligencia mundiales, enfrentando espías contra espías.
El periódico aseguró que incluso la inteligencia de la OTAN, normalmente más preocupada por las maniobras de células terroristas y ejércitos, se había dedicado a estudiar intentos de robo de información sobre vacunas. Ver nota del New York Times.
En tanto, mientras que Estados Unidos subraya que el trabajo de sus propios espías es defensivo, algunos oficiales dicen que es probable que también esté recolectando información sobre el trabajo que realizan otros países en materia de COVID-19.
Esta situación se vio agravada en función de la creciente pelea entre las naciones en pos de garantizar cantidades de vacunas suficientes. Se hicieron oficiales varios acuerdos a fin de asegurarse grandes stocks, a la vez que resalta la decisión apurada de Rusia de aprobar el uso de una vacuna contra el coronavirus antes de terminar los pertinentes estudios clínicos. Ver nota de The Guardian.
El Centro Nacional de Ciber Seguridad del Reino Unido (NCSC por sus siglas en inglés) ya había alertado en julio que hackers rusos intentaron robar información de laboratorios en el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. A su vez la justicia estadounidense alegó que China había intentado hackear a Moderna y a otras empresas. Ver nota de la BBC. Ver nota de Reuters.
Según la última actualización de la lista de la OMS publicada el 15 de octubre, ya hay 42 vacunas candidatas en distintas fases de estudios clínicos, y otras 156 en desarrollo. Ver listado OMS al 15/10.