La gigante Unilever opera en distintas categorías de consumo masivo en la Argentina. En ese marco, Laura Barnator, CEO local de la multi, aseguró que desde otras filiales consultan a la empresa sobre cómo hacer frente a una economía inflacionaria. Además, dio su perspectiva sobre la demanda de algunas marcas de cuidado personal e higiene.
El año pasado la Argentina registró una inflación del 50,9%, y solo en el último marzo el IPC marcó un pico del 6,7% según el INDEC. Y en este 2022, distintas economías del resto del mundo empezaron a exhibir fuertes aumentos en sus precios, aunque no en los niveles del mercado local. Ver artículo INDEC: inflación se desboca al 6,7%.
Esto, de acuerdo a Laura Barnator, CEO de Unilever en la Argentina, hizo que otras filiales de la gigante de consumo masivo consultaran a la sede de Munro sobre cómo manejar una compañía en un contexto inflacionario. Ver artículo El Cronista.
Así lo expresó en una entrevista con Juliana Monferrán para El Cronista. Según la ejecutiva, en la Argentina ya se tiene «la gimnasia de adaptación al contexto«. Además, la número uno de la británica reconoció que el 2021 fue un año difícil en lo que respecta al consumo, pero que en los últimos meses se vio una mejora. Dijo que hubo categorías muy afectadas durante la pandemia, y especialmente las relacionadas con el segmento de personal care que, en el total del año, dieron negativo. Aunque «se empezó a ver una luz al final del túnel«, comentó la CEO.
En ese sentido, Barnator ejemplificó con el segmento de los desodorantes, un portfolio compuesto por etiquetas como Dove, Rexona y Axe. «El año pasado a esta altura del año tenía caída de 8 puntos de volumen. Este año continuó la mejora de fines del año pasado y hasta marzo venía sostenida, con un recupero de 9 puntos«, sintetizó, aunque aclaró que no se deben olvidar los niveles de demanda de los que se proviene. «Por eso en la Argentina y en este mundo post pandemia tenés que mirar a un poco más a largo plazo para entender el consumo per capita», sumó.
Para explicar cómo cambiaron los hábitos a partir de la caída del poder adquisitivo, Barnator ejemplificó con el jabón Dove, el producto más premium dentro de ese segmento. «Cuando miramos va a distintos niveles socioeconómicos porque, en algunos casos, es la crema que se pueden poner. Y por eso, a pesar de las crisis, sigue ganando mercado«, sintetizó. Algo similar sucedió con el antibacterial de la misma marca, a pesar de que la firma ya tenía los Rexona y Lifebuoy con igual funcionalidad.
Por su parte, la ejecutiva también aludió a la coyuntura global, con un aumento de los commodities y de la logística, y a la escasez de materiales en todo el mundo. Y se refirió puntualmente a la problemática local de un eventual faltante de gas. «Si llega a ser un invierno crudo nuestras fábricas son las primeras que se quedan sin gas. Una fábrica que no tenés produciendo todo el tiempo es costo que no diluís de costos fijos», añadió.
Ante estas dificultades, la cabeza de la compañía afirmó que Unilever es el primer exportador de consumo masivo del país, con llegada a más de 30 mercados. «Como directorio buscamos todo el tiempo nuevos destinos, otras filiales, pero para ser elegidos hay que ser lo más competitivos posible. Y eso se logra con una tríada, según Barnator: la calidad de producto, la tecnología y el costo.