A pesar de la crisis de la seguridad social, harán más lanzamientos este año. Consideran que los problemas de Argentina son un fenómeno pasajero
Novo Nordisk tiene un tercio del mercado de insulinas en la Argentina y sus competidores internacionales son el norteamericano Eli Lilly y el francoalemán Aventis. Rijnberg es un ejecutivo holandés que reside en Grecia y vive dando vueltas por el mundo. Tiene bajo su responsabilidad una región que incluye 160 países que representan 4.800 millones de personas. Su supervisión abarca 9 regiones: Latinoamérica, China, Rusia, Cercano y Lejano Oriente, Norte de África y Golfo Pérsico y Sudeste Europeo. Vino al país por dos razones: para escuchar en forma directa qué se piensa de la crisis y, además, transmitirles confianza a sus equipos respecto de sus puestos de trabajo.
La operación de la compañía en el país es relativamente pequeña, cerca de $12 millones anuales según el reporte de IMS. ¿Cuál es el motivo por el cual la Argentina les sigue pareciendo un mercado rentable?
-La compañía se especializa en diabetes. Y cuando miras el mundo, y observas los diferentes países y pones en consideración el número de pacientes en cada lugar, hoy y dentro de diez años la Argentina será uno de los mercados más atractivos para nuestra empresa. Por la simple razón de que tenemos y tendremos muchos pacientes con diabetes.
En términos comparativos, ¿la cantidad de diabéticos en la Argentina podría clasificarse como muy alta?
-Primero habría que considerar toda América latina, donde se observa que los pacientes con diabetes tipo II -que es muy corriente en las personas adultas- son muchos más que en otras partes del mundo. Los lugares más destacados son Brasil, México y la Argentina. Cuando se considera América latina, Asia y Europa del Este, es decir, los países por fuera de Europa Occidental y los Estados Unidos, en esa región la Argentina está entre los diez mercados del mundo.
El grupo de productos que comercializan están muy sujetos a la marcha de la seguridad social. ¿Aun con un sistema de coberturas en bancarrota están en condiciones de obtener buenos resultados?
–Efectivamente. Claro que como todas las empresas tenemos nuestros problemas, causados sobre todo por la incertidumbre. ¿Cuál será la nueva tasa de cambio?,¿qué inflación regirá? Son un misterio. Por lo que hacer negocios será una cuestión muy difícil. Hace cuatro años decidimos instalarnos en la Argentina para quedarnos. Y cumpliremos con esa promesa. Nosotros estimamos que esta situación permanecerá hasta fin de año pero luego de eso mejorará nuevamente. Además, estar especializados en una enfermedad crónica, como la diabetes, implica que el mercado siempre está ahí, las personas siempre necesitan insumos.
Considerando su mirada macro, ¿cuáles son las características sobresalientes del marcado argentino?
-El tratamiento médico está muy bien desarrollado, existen precios razonables y, simultáneamente, hay mucho trabajo para hacer en campañas de educación y bienestar de la población.
Cuando habla de precios razonables, ¿a qué se refiere? Porque hoy los consumidores argentinos opinan que los medicamentos están muy caros.
-Todas las personas opinan lo mismo en todos los países, aunque yo no estoy de acuerdo con esa afirmación. La insulina es relativamente barata frente a otras drogas. Además, no conozco ningún otro país en que sea tan grande la diferencia entre lo que la empresa obtiene y lo que el paciente tiene que pagar por cada producto.
¿Qué proporción de la cartera disponible en la casa matriz también se comercializa en el país?
-En la Argentina tenemos casi todos los productos disponibles en Dinamarca. También trabajamos con un partner local, el laboratorio Elea, que comercializa productos muy específicos.
En esta época, casi ninguna farmacéutica quiere poner nuevos productos en la plaza local. ¿Usted considera que hay potencial de mercado en la Argentina?
-Nuestro producto más novedoso, un análogo de la insulina, será lanzado el próximo mes en el país. Siempre hay mercado para un producto mejor. Y la Argentina es exactamente igual que cualquier otro país. Lógicamente tienen problemas en este momento, pero en mi trabajo ya experimenté la crisis en Rusia, en Brasil y en México, y luego todas las crisis son superadas.
Por Cristina Kroll