Sidus sale a competir con las multi en dermatología
El laboratorio local Sidus ya se calzó los guantes para pelear en el terreno de la dermatología. Bajo el paraguas de Bio Skin, Bio Age y Micocert, esperan facturar $1 millón durante este año, además de desembarcar en otros mercados de la región.
La compañía desde 1996 hasta el 2002 tuvo en sus manos la licencia de algunas líneas de la francesa Pierre Fabre. Entre ellas, las más populares que fueron impulsadas por Sidus en estas pampas fueron Avene y Aderma. Y ahora decidieron lanzar su propia línea bajo la marca de Bio Skin, Bio Age y Microcert. A estas horas tienen cinco productos en cartera destinados al cuidado de la piel y al tratamiento de la caspa.
Todos los nuevos productos son de venta exclusiva en farmacias y competirán con los dermocosméticos de Pierre Fabre, L’oreal y Johnson & Johnson. A su vez, el anticaspa Micocert competirá con Triatop de Johnson & Johnson, Head & Shoulders de Procter & Gamble y Selsum de Abbott, y también con productos de venta bajo receta.
«En este segmento observamos una buena oportunidad de negocio ya que las demandas estéticas tienen una alta incidencia en la consulta médica«, afirmó a Infobae Pablo Sosa, gerente de la línea dermatológica de Sidus.
Todos los productos de derma se están produciendo en Pilar y ahora los están registrando en el mercado chileno para ser comercializados por Biolatina, un joint venture entre Sidus y Biosentética.
El objetivo es, además, llegar a nuevos mercados a través de esta alianza de empresas.
La compañía tiene otro producto fuerte dentro de esta unidad de negocios: Dysport, indicado para suavizar las arrugas mediante una aplicación temporal y que usualmente se coloca en el contorno de los ojos. Es un producto que se descubrió en el ámbito oftalmológico cuando se aplicaba para tratar una enfermedad de los párpados. Su mayor competidor en el país es el Botox, del laboratorio Allergan.
Sidus tiene, además, en el segmento de derma, la licencia de Aldara, un inmunomodulador para tratar verrugas que es propiedad de la norteamericana 3M.
Cristina Kroll
