Las prácticas de corrupción en el sector laboratorios están en la mira de la SEC, la Comisión de Valores de los Estados Unidos encargada de supervisar los mercados financieros, cuyo nombre completo es US Securities and Exchange Comission.
Fue por eso, que en marzo pasado, Andrew Ceresney, director de la Division of Enforcement de la SEC se refirió a las prácticas de corrupción de la industria de farma fuera de los EEUU. Ver documento.
La SEC dijo que en Farma hay tres tipos de «deslices» característicos. El «Pay to Prescribe», la práctica de pagar por prescripción. El segundo es el relativo a entregar dinero «bajo la mesa» para que se aprueben medicamentos o que se los incorpore a determinados vademecums. Y el último refiere al hecho de entregar «coimas» disfrazadas de donaciones.
Ceresney expresó que una de las prioridades de la SEC es ocuparse de que la industria cumpla con la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA). Sostuvo que en los últimos años el ente puso el foco en el sector de Farma debido a que es una industria de alto riesgo en función del incumplimiento de la FCPA.
El funcionario fue muy preciso y detalló los tipos de «deslices», corrientes en esta industria.
El primero es el «Pay to Prescribe», es decir la práctica de pagar por prescripción. El segundo es el relativo a entregar dinero «bajo la mesa» u otro tipo de recompensas con el objeto de que se aprueben medicamentos o que se los incorpore a determinados vademecums. Y el último refiere al hecho de entregar «coimas» disfrazadas de donaciones.
Respecto del “pay to prescribe”, el funcionario explicó que la SEC ha comprobado que médicos y hospitales fueron sobornados para prescribir tanto medicamentos como dispositivos médicos. Ceresney comentó el caso de las coimas deslizadas por Pfizer en sus filiales de Bulgaria, Croacia, República Checa, Italia, y otras, en donde los empleados invitaban a los médicos a diferentes actividades recreativas. Aunque en realidad les estaban pagando por haber recetado un medicamento de la compañía.
Ceresney también se refirió a la firma de tecnología médica Biomet, cuyas subsidiarias de Argentina, Brasil y China influyeron indecorosamente sobre los profesionales de la salud durante casi una década para que sus productos sean comprados por hospitales y clínicas de dichos países. El caso, incluso fue ampliamente relevado por los medios locales. Ver artículo.
Biomet y Stryker, son dos firmas de tecnología médica que admitieron haber pagado coimas en la Argentina para penetrar en el sector de hospitales y clínicas y así ganar volumen de mercado.
En Argentina además estuvo el caso de la experta en medical devices Stryker, que admitió ante la Comisión de Valores haber pagado entre 2005 y 2008, coimas por casi u$s 1 millón a médicos de hospitales públicos en el país para lograr comercializar sus productos. Ver artículo.
Acerca del soborno para conseguir aprobaciones o inclusiones en formularios, la SEC menciono el ejemplo de Eli Lilly. Sus filiales de Brasil, China, Rusia y Polonia pagaron millones de dólares a los funcionarios de gobierno con el fin de obtener aprobaciones y con ello, negocios millonarios.
En relación con el amigable soborno disfrazado de donaciones benéficas, se mencionó el ejemplo de Schering Plough -empresa que ahora forma parte del laboratorio MSD- cuya filial polaca desembolsó u$s 76.000 a una fundación de caridad. El director de esa institución era casualmente, el funcionario de gobierno encargado de la compra de insumos hospitalarios.
Más allá de las ejemplificaciones, Ceresney subrayó que la SEC está ajustando los tornillos a fin de evitar este tipo de prácticas. En función de ello, les recomiendan a los laboratorios mejorar sus programas de compliance para prevenir y evitar violaciones a la ley anticorrupción. Ver press release.
La alocución de Ceresney fue en el marco del Pharmaceutical Compliance Congress organizado por una empresa experta en eventos -CBI- y llevado a cabo en Washington.