Sandoz sale a jugar fuerte en hospitales
Sandoz está renovando su packaging para ponerse a tono con el resto de las filiales internacionales, que hace pocos meses se estandarizaron bajo un mismo paraguas de marca, y reforzar así su presencia en el mercado institucional, apuntando a hospitales, clínicas y sanatorios, un sector que hasta ahora no había sido explorado intensamente por la compañía. Según Carlos Risso, gerente de Marketing de Sandoz, «el objetivo es que las ventas a instituciones representen 20% de nuestra facturación en el próximo trienio«.
Uno de los desafíos es sacarle mercado a laboratorios como Northia, Richet, Denver o Klonal, que tradicionalmente le vendieron al sector hospitalario. «La propuesta es presentar un buen precio junto a una calidad premium«, dijo Risso.
Admitió que se está haciendo cuesta arriba penetrar en ese mercado en que el precio se convierte en una variable de decisión excluyente y aclaró que la firma conservará su tradicional venta en farmacias con sus nuevos diseños y su proceso de renaming que se completerá a fines del 2004.
Si bien Sandoz es una compañía de genéricos y, por ese carácter en todo el mundo, sus productos se rotulan bajo el nombre de la droga más su marca corporativa, en el país conservará las marcas. «En la Argentina, el genérico no está bien visto tanto por los profesionales médico-farmacéuticos como por el consumidor. Por eso, seguiremos defendiendo las marcas heredadas de Labinca«, señaló Risso.
Durante este año la compañía también espera encontrar nuevos laboratorios que se decidan a usar sus instalaciones productivas. Actualmente tienen dos turnos de trabajo operativos y podrían agregar uno nuevo para tener su capacidad instalada a 100 por ciento. Después de la devaluación, el volumen de exportaciones aumentó considerablemente para la empresa. La principal área de negocios de Sandoz en la Argentina es la oncología, pero también se destaca en urología, cardiología, gastroenterología, traumatología, reumatología y sistema nervioso central. La empresa está complementando en este momento una inversión de u$s5 millones iniciada en el 2001 para mejorar los procesos de producción y así poder exportar a Europa y a algunos países de Latinoamérica.
Cristina Kroll
