El laboratorio Roux Ocefa está inoperativo desde hace rato. Sin embargo recién desde esta semana se oficializó a través del Boletín Oficial la inhibición de sus plantas ubicadas en Villa Luro y Mataderos, respectivamente.
El laboratorio nacional Roux Ocefa sigue dando tela para cortar a pesar que desde hace tiempo está inoperativo.
Ayer, por caso la autoridad regulatoria oficializó a través del Boletín Oficial que inhibió su planta de Villa Luro y hoy se dio a conocer una medida equivalente para su otra planta porteña de Mataderos. Ver artículo
La medida, que fue oficializada a través de la dispo 1340 se tomó luego de que la ANMAT realizara una inspección no programada. Ver dispo
De acuerdo a lo comunicado, los inspectores detectaron serias irregularidades en las instalaciones. Entre ellas resaltan, por caso, que las áreas productivas enfocadas en cremas, emulsiones y geles, soluciones orales, y otras formas farmacéuticas se encontraban desmanteladas, fuera de funcionamiento y sin tratamiento de aire ni provisión de agua calidad inyectable.
En su planta de Mataderos, por caso, se registró que la última partida de elaboración de inyectables fue en marzo del 2016. Además de ello sobraban los productos vencidos y la falta de una estructura mínimamente adecuada para elaborar medicamentos.
La ANMAT consignó además que la última fecha que constaba para la elaboración de inyectables y semisólidos databa de marzo y octubre del 2016, respectivamente. Se trata justamente del año en el que la empresa entró en el declive final por la gestión de su CEO Julián Roux. Ver artículo
A su vez, el detallado informe revela que en el sector de semisólidos y semielaborados aprobados se observaron productos a granel y productos terminados vencidos. También se detectaron comprimidos sueltos y en blíster vencidos y contramuestras de salud pública de soluciones parenterales de gran volumen vencidas de larga data.
En el 2017, la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales anunció que era el nuevo “propietario” de la firma. Y en febrero del 2018 entró en juego el laboratorio Ramallo y su propietario Ariel García Furfaro. Ver artículo
