El nacional Roux Ocefa, se sabe, está inoperativo desde hace tiempo. Sin embargo recientemente la ANMAT realizó una inspección en una de las plantas de Villa Luro y tras detectar serias irregularidades finalmente inhibió a la empresa y le instruyó un sumario sanitario.
Después de diferentes noticias del ámbito legal relacionadas con el laboratorio Roux Ocefa, ahora llegaron nuevas determinaciones desde la ANMAT. Ver artículo
El organismo inhibió preventivamente las actividades productivas y de control de calidad de la firma que hace dos años entró en un declive final. Primero por la gestión de su CEO Julián Roux y luego por los diferentes «dueños» que intentaron hacerse cargo del asunto. Ver dispo
La medida, que fue oficializada hoy a través de la dispo 1291 publicada en el Boletín Oficial, se tomó luego de que la ANMAT realizara una inspección en la planta ubicada en Villa Luro. La misma, sin embargo, está inoperativa desde hace tiempo, según consignó Pharmabiz en diferentes informes propios. Ver artículo
Entre las anomalías detectadas por los sabuesos del organismo resaltan: áreas productivas desmanteladas, sin tratamiento de aire y falta de agua calidad inyectable. También depósitos vacíos y sin el adecuado mantenimiento edilicio.
De acuerdo a lo comunicado, los sabuesos de la ANMAT identificaron una larga lista de irregularidades en las instalaciones. Entre ellas resaltan, por caso, que las áreas productivas enfocadas en soluciones parenterales de gran volumen, de colirios y de sólidos no estériles se encontraban desmanteladas, fuera de funcionamiento y sin tratamiento de aire ni provisión de agua calidad inyectable. También que los depósitos se encontraban vacíos y sin mantenimiento edilicio adecuado.
Por lo cual, el organismo comandado por Carlos Chiale también le instruyó un sumario sanitario a la empresa y a su respectivo director técnico.
En el 2017, la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales anunció que era el nuevo “propietario” de la firma. Esto a pesar de que todas las fuentes serias del mercado sindicaban de antemano al laboratorio como un inviable. A su vez, en febrero del 2018 entró en juego el laboratorio Ramallo y su propietario Ariel García Furfaro. Aunque la llegada de este nuevo interlocutor no hacía más que prever un desenlace gris e irregular. Ver artículo.
