Hace dos años, casi medio centenar de candidatos se sentaron con el ex CEO del laboratorio nacional Roux Ocefa. Fue para analizar el presente de la compañía, la que todos los potenciales compradores consideraron que no tenía retorno.
Sin embargo, la aparición de interlocutores sui generis y borderlines, tales como la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales y posteriormente Ariel García Furfaro, crearon la fantasía de que el laboratorio podría volver a estar con sus productos en el mercado.
Ahora la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial emitió una nueva decisión y con ello los ex empleados presuponen que pueden alargar su vida.
El laboratorio nacional Roux Ocefa, que supo ser una joyita de la industria nacional, ya tiene su final documentado. Ahora la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial determinó rechazar un nuevo pedido de prórroga del período de exclusividad que se había solicitado. Ver documento.
Como lo había explicitado Pharmabiz hace dos años, el laboratorio había entrado en un declive final tras la pésima gestión de su CEO Julián Roux. De hecho, fueron varias las empresas serias que analizaron adquirir la compañía, de acuerdo a la información constatada por este medio en su momento. Ver artículo.
Fueron por caso el grupo Roemmers; el laboratorio Cassará; y la droguería Suizo Barracas. Pero dichas fuentes explicaron que luego de analizar la contabilidad pertinente, la situación del laboratorio resultaba irremontable.
Incluso el propio CEO había blanqueado en una carta que cerca de 40 candidatos se sentaron en su escritorio para convertirse en los nuevos accionistas. Pero que “se desanimaron al ver que somos una empresa de productos baratos, sobre todo por los sueros, y que tiene mucho gasto”. Ver artículo.
Aún así, apareció un comprador sui generis. En abril del 2017, la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales anunció que era el nuevo «propietario» de la empresa. Esto a pesar de que todas las fuentes serias del mercado sindicaban de antemano al laboratorio como un inviable. De hecho, Pharmabiz había publicado un informe en el que consignaba que un semestre después de esta «adquisición» el laboratorio seguía inoperativo y en rojo. Ver artículo.
Pero esto no fue suficiente. En febrero de este año, entró en juego un nuevo actor. Se trata del laboratorio Ramallo y su propietario Ariel García Furfaro. Aunque la llegada de este nuevo interlocutor no hacía más que prever un desenlace gris e irregular, ya que es archiconocido en el mercado por su operatoria «borderline» en todos sus «emprendimientos». Ver artículo.
Por último, y luego de poco más de dos años de que se hiciera público el punto final para esta compañía, ahora los trabajadores quieren resucitar a la empresa a través del formato de una cooperativa. Pero claramente el laboratorio necesitaría sumas millonarias para rescatarlo del deterioro, que ni las propias mega farmacéuticas estuvieron en condiciones de absorber.