En Carapachay manufactura 12 M de unidades y factura $20 M. Pone sus fichas en la división de alimentos con vinos y aceites
Con la apertura de la planta de San Juan, que demandó una inversión de u$s3,5 M,
Reino, la empresa de venta directa, está poniendo en marcha su segundo espacio de producción y un estratégico plan de diversificación de productos de la mano de los vinos. La primera planta opera en la localidad bonaerense de Carapachay, donde manufactura 12 millones de unidades anuales y factura cerca de $20 M al año.
En Reino San Juan fabricarán tanto productos cosméticos, como suplementos dietarios y productos fitoterápicos. Víctor Groppa, el vicepresidente de Reino, estima que con esta nueva planta quintuplicarán la producción actual al tiempo que esperan llegar a nuevos mercados. Ahora están exportando a Uruguay, Bolivia, Perú, el Caribe, El Salvador, China y están en plena etapa de negociaciones con los Estados Unidos y México.
En la Argentina, la compañía compite codo a codo con todas las firmas de cosméticos que están agrupadas bajo el concepto de venta directa. Aunque sólo algunas mantienen unidades de negocios basadas en vitaminas y en suplementos dietarios: es el caso de Amway y Herbalife. Las otras empresas son Amodil, Avon, Fuller, Gigot, Jafra, Just, Mary Kay, Midori, Monique Arnold, Natura, Tsu Cosméticos y Vía Valrosa.
Natural pero bebible
Reino, al principio, sólo elaboraba productos naturales sobre la base de miel aunque ahora está a full reforzando nuevas áreas de negocios. Junto con la inauguración de la planta, incorporaron especias aromáticas, aceite de oliva y tomates deshidratados. Son todos productos que se comercializan desde su división de alimentos de campo bautizada Valle de la Luna.
En estos días, también presentaron una nueva línea para su portfolio que está cada vez más diversificado: es una gama de vinos que sale al mercado bajo el nombre de Daniel Groppa, el presidente de la compañía.
La diversificación de la compañía no es azarosa. Los Groppa comenzaron en 1989 con la elaboración de las materias primas naturales que eran necesarias para elaborar los cosméticos. Por eso la miel, las hierbas y otros cultivos fueron el punto de partida para montar su negocio. Con el tiempo, compraron 500 hectáreas en San Juan y se extendieron con almendros, viñedos y olivos.
En la planta sanjuanina contrataron a 180 personas para el área productiva y tienen previsto incorporar a otras 120 en el corto plazo. Pero también en forma indirecta estiman generar nuevos puestos de trabajo a través de las posiciones de venta directa que pueden crearse en la región.
Por Cristina Kroll
