Los laboratorios y el PAMI porrogaron por 30 días el actual contrato de provisión. El organismo pagó deudas
Después de una semana de intensas negociaciones, el viernes último se prorrogó por un mes el acuerdo que regula la provisión a los jubilados de medicamentos con descuentos. Sin embargo, la batalla más dura comenzará después de Semana Santa. Es que la industria farmacéutica aspira a cerrar un convenio de más largo plazo.
El viernes a última hora los laboratorios y el PAMI llegaron a un acuerdo y ese mismo día el PAMI desembolsó $12 M y prometió otros $8 M para mañana (martes) y otras dos cuotas de $3 M en este mes para cubrir parte de la deuda que la institución mantiene con la industria farmacéutica.
El convenio anterior finalizó el 31 de marzo y desde ese día las empresas nacionales nucleadas en CILFA y Cooperala y las extranjeras de CAEME mantuvieron una discusión que se prolongó por tres días y postergó la firma del acuerdo más de lo esperado. Según fuentes consultadas por Infobae, el punto neurálgico de las negociaciones giró en torno de la deuda que tiene el PAMI con los laboratorios. Por eso, las partes consensuaron cuando Ocaña se comprometió a abonar parte de esa deuda y al mismo tiempo, dijo que analizará si corresponden les sean descontados los débitos preventivos aplicados.
El concepto de débito preventivo se genera cuando el PAMI le descuenta a los laboratorios eventuales faltas de servicios. Las cámaras que los representan afirman que en la mayoría de los casos no pueden documentar que esos servicios no se hubieran prestado.
En la actualidad, el convenio se basa en un vademécum cerrado de marcas, por el que el PAMI paga un canon mensual -técnicamente llamado cápita- de $22 millones. El compromiso es que si los jubilados consumen por encima de ese número, la diferencia recae sobre las espaldas de los laboratorios que respaldan ese contrato. Ocaña les remarcó a las tres cámaras que ellas no representan a todos los laboratorios del mercado. La industria respondió que no a todos los laboratorios les interesa ser proveedor del PAMI porque no les resulta rentable.
Por Cristina Kroll