Los medicamentos de alto costo fueron los protagonistas de una jornada de debate que tuvo lugar hoy en el IOSFA, el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Estuvo presente un amplio espectro de financiadores así como funcionarios del área de Salud. Las compras conjuntas y los recursos de amparo, en el centro del debate.
La sede del IOSFA, ubicada en el barrio porteño de Once, estuvo colmada hoy por la mañana. Esto es como respuesta a la centralidad que los llamados medicamentos de alto costo han ganado en la agenda de los financiadores de la salud. Aunque, en los últimos años, los mismos ya viraron a denominarse de ultra alto costo.
La apertura estuvo a cargo del presidente del IOSFA, Darío Díaz Pérez, quien desde el arranque puso las cifras sobre la mesa y graficó que el 25% de lo que se eroga desde el seno de la entidad tiene como destino a las prestaciones de salud. Y luego de dar una breve introducción sobre la realidad de los financiadores en términos generales invitó a los presentes a trabajar alrededor de varias ideas, entre las que resaltó la herramienta de las compras conjuntas. Aunque le aclaró a la audiencia que en la actualidad hay normativas que taponan e inhiben dicha posibilidad.
Más tarde, Juan Pablo Denamiel, de la Superintendencia de Seguros de Salud, comparó los sistemas de salud de la región con el argentino y los niveles de gastos en distintas naciones. Puntualizó que en Argentina, la cápita promedio de una obra social es de entre u$s 17 y u$s 18. El funcionario también puso su mirada sobre un tema crítico y es el de las innovaciones sanitarias. Sobre esto Denamiel subrayó la paradoja de que hay pocas iniciativas del mercado de la salud enfocadas en lograr una mejora de costos. Y dijo que esto, es lo contrario a lo que ocurre en otras industrias.
Denamiel también fue al punto de la centralización de compras, y apuntó a la oncología, a la diabetes y al HIV, como los nichos claves que deberían aglutinarse bajo este esquema organizativo para el beneficio de todas las partes.
A su turno, Andrea Fernandes, de OSDE, hizo un poco de historia y se refirió al surgimiento de los productos de alto costo, que apenas se asomaban de la mano de MabThera de Roche a fines de la década del noventa. Ahora en cambio, resaltó que el permanente lanzamiento de nuevos anticuerpos monoclonales y de terapias génicas no le dan tregua al sistema. Esta farmacéutica recalcó asimismo, que muchas veces incluso, estas nuevas terapias agregan un escaso valor terapéutico, y en otros casos algunas pueden resultar muy eficientes pero se venden a un precio prohibitivo.
Y la experta trajo a la mesa otro tema súper preocupante y es el hecho de que se está naturalizando la decisión de que algunos profesionales médicos están prescribiendo productos apenas los aprueba la FDA, o cualquier otra autoridad regulatoria, sin importar si el tratamiento fue avalado por la autoridad regulatoria local.
Listó asimismo los productos que demandan los mayores presupuestos en el marco de OSDE. El oncológico Keytruda de MSD se lleva el 3,9%; el oncológico Opdivo de BMS, el 2,8%; el antineoplásico Ibrance de Pfizer el 1,6%, y las vacunas, el 3,3%. Por último, la ejecutiva también remarcó que aunque al principio, fueron difíciles de incorporar, ahora los biosimilares han ganado terreno y ya son bien valorados por la comunidad médica en la Argentina. Por último, a la hora de compartir propuestas y coincidiendo con el resto de los expositores, Fernandes avaló la iniciativa de las compras conjuntas. Aunque se refirió particularmente a tres grupos plausibles de enrolarse en este tipo de estrategias. Son los medicamentos indicados para Gaucher, enfermedad de Fabry y Pompe.
Casi al cierre, Verónica Martínez Black, directora de Política de Medicamentos del IOMA, habló sobre las estrategias que adoptó la obra social y llevó algunas propuestas para los asistentes. En su exposición, la representante del IOMA sostuvo que según ella es importante integrar desde el Estado las estrategias de todos los financiadores a la hora de generar acuerdos con los laboratorios y las droguerías. En ese sentido, consideró que es el Estado el que debe regular los precios de estos productos en el país y dar un valor de referencia. La funcionaria detalló que en el caso del IOMA, en el 2022 el gasto en medicamentos representó el 28% del total de sus egresos y que las proyecciones que manejan para el año en curso elevan ese guarismo al 31%.
Más tarde, la disertante estrella fue Sonia Tarragona, la jefa de Gabinete del Ministerio de Salud de la Nación. La funcionaria, desde el vamos puso de realce las características del sistema salud argentino, segmentado y súper fragmentado.
Tarragona habló del Plan Argentino Integral de Servicios de Salud, PAISS, una iniciativa que apunta a reordenar el PMO y, en sintonía, que el sector público, la seguridad social y las prepagas atiendan con idéntica estrategia a las distintas enfermedades. A su vez, la funcionaria puso en valor el acuerdo apoyado en una estrategia de riesgo compartido que se selló en el caso de Zolgensma, de la suiza Novartis. Y en ese punto, explicó las características de este acuerdo, que conlleva distintos niveles de pago dependiendo de la eficacia del tratamiento. Aunque el gran dato llegó cuando Tarragona anticipó que ya son varios los laboratorios que se acercaron al Ministerio con propuestas que están en la misma línea y similares criterios que los cerrados para Zolgensma.
Por su parte, la funcionaria listó las 10 patologías más judicializadas, con la atrofia muscular espinal a la cabeza. Con respecto a la judicialización, Tarragona adelantó: «Estamos trabajando en la creación de un consejo de expertos para que puedan asesorar a los jueces en cuanto a la pertinencia de los tratamientos«.
En este sentido, graficó que el costo promedio anual por vía judicial ascendió a $100,5 millones (u$s 399.528,0) por paciente. La cifra contrasta con los $1.245 (u$s 4,95) anuales que demandaron en promedio los pacientes crónicos atendidos bajo al Plan Remediar. En la misma dirección, Tarragona apuntó que en 2022 se destinaron $7.032 millones (u$s 28,0 millones) para atender los amparos presentados por 70 pacientes. «El monto supera largamente los $3.900 (u$s 15,5 millones) del gasto total que tuvo el Remediar, que benefició a un universo de 15 millones de personas«.
Toda la jornada estuvo coordinada por Gustavo Marín, del IOSFA.
u$s 1 = $251,44 (Cotización BCRA al jueves 01/06/23 – 15.00hs)