Los players aumentarían sus ventas a raíz de que el Gobierno aprobó una ley que obliga a hospitales, obras sociales y prepagas a suministrarlos según la demanda

El Senado convirtió en ley el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, que obliga al Estado, a las obras sociales y a las prepagas a prescribir y suministrar métodos anticonceptivos. Y aunque todavía falta la reglamentación de la ley, los laboratorios fabricantes de anticonceptivos esperan un repunte en sus ventas.

El sector vende 10 millones de unidades al año que significa una facturación de $100 millones y es liderado por los alemanes de Schering, que tienen 50% del mercado. El laboratorio Wyeth tiene 17%, Organon 10%, Elea 10%, Gador 9% y el resto 4 por ciento. Y parece que la clave estará puesta en las campañas de concienciación porque las entidades de salud estarán obligadas a entregárselos sólo a quienes los soliciten.

Schering siempre se ha destacado por invertir fuertemente en campañas de educación pública, a tal punto que destina $2 millones al año en acciones de prevención. Walter Klemann, el gerente general de la compañía en la Argentina, destaca varios de sus programas tales como el que se desarrolla en las escuelas bajo el popular concepto «Cuidarte es quererte», en el que los jóvenes reciben información sobre anticoncepción y procreación responsable.

«Cuidarte es quererte» es un invento argentino, que es muy querido en la filial local del laboratorio alemán. Desde aquí siempre mostraron buenos resultados a la casa matriz e incluso exportaron la idea a otros mercados.

Organon también asegura que aportará materiales educativos a través de folletos y videos sobre procreación responsable, encuadrada dentro de las políticas internacionales de la empresa que pertenece al grupo Akzo Nobel.

Expectativas

En la Argentina, este tipo de productos tiene un precio promedio de $15 y el consumo todavía es muy bajo en relación con los mercados desarrollados. En Francia, por ejemplo se entregan píldoras anticonceptivas en los colegios, mientras que en Holanda, donde tiene su casa matriz el laboratorio Organon, el 40% de las mujeres consumen la píldora. En la Argentina el consumo no llega a 10 por ciento.

Héctor Casado, de Organon, dijo a INFOBAE que la ley nacional implicaría una partida presupuestaria que el Ministerio de Salud distribuirá en todos los distritos que cuenten con leyes de salud reproductiva. Se supone que las provincias que tienen leyes, pero no financiamiento, tendrán la posibilidad de poner en marcha los programas.

Y aunque la nueva ley obliga a que los hospitales públicos suministren anticonceptivos, el Gobierno dispone de poca plata para este metier.

Guillermo Ussher, ejecutivo de Schering, reconoce ver una voluntad de cambio en la generación de políticas de defensa de la mujer, pese a que algunos analistas aseguran que los recursos necesarios para que el Estado cumpla a rajatabla estarán muy ligados a la presión que ejerzan las instituciones intermedias. Por eso, se cree que tendrán mayor celeridad las recetas que se expidan bajo la órbita de obras sociales y prepagas.

Ussher también aclara que la ley no define taxativamente qué tipo de anticonceptivos se incluyen. De todas maneras, se entiende que la píldora será el método más recomendado en desmedro de los preservativos que están más orientados al público masculino y al DIU, que es de más alto costo.

Por Cristina Kroll

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