HLB Pharma sigue por su camino de inconsistencias y falta de apego a los compromisos. Ahora tiene un pedido de quiebra en el Juzgado Comercial nº 23, Secretaría nº 45.
El laboratorio nacional HLB Pharma va de mal en peor. Después de desprenderse de sus oficinas centrales en septiembre del año pasado, ahora vuelve a tomar protagonismo.
La empresa tiene en curso un pedido de quiebra, el que fue presentado ante el Juzgado Comercial nº 23, Secretaría nº 45, a cargo de la jueza subrogante María José Gigy Traynor. Aunque lo curioso en este caso, es que a la compañía fundada por Hernán López Bernabó, esta quiebra no le es solicitada por las firmas proveedoras sino por los propios ex empleados, a los que no se les paga las indemnizaciones acordadas ante el propio Ministerio de Trabajo de la Nación. Ver documento
La empresa en la que toman decisiones López Bernabó; Dimópulos; y Budetta, no abonó las indemnizaciones al centenar de operarios que desvinculó en septiembre pasado. Esto a pesar de que la Justicia le autorizó a vender sus oficinas centrales al diario La Nación, con el expreso objetivo de que lo recaudado sea destinado a pagar estas deudas.
De todas maneras y según pudo saber Pharmabiz, el laboratorio tiene dos frentes abiertos. Por un lado, los compromisos impagos a los 130 empleados desvinculados en septiembre pasado. A este grupo de ex operarios le abonó la última cuota en el mes de enero, y mantiene frizzadas las que debía cancelar en febrero, marzo y abril. Ver artículo
Pero como si esto fuera poco, a los cerca de 150 operarios que continúan en la empresa, también les adeuda dos meses de sueldos. Es por esta razón que los mismos, mantienen una especie de guardia en la planta, ya que con los antecedentes de esta firma, los empleados se esperan un desenlace más que negativo.
Hernán López Bernabó no dio respuesta para este artículo a las consultas realizadas por Pharmabiz. Sin embargo, no es el único responsable de este desbarajuste. Lo secundan Jorge Dimópulos y Marcelo Budetta.
HLB, trece años con historial
Cuando Aventis le vendió el predio a Hernán López Bernabó en el año 2004 se lo dio servido en bandeja. En ese momento, se firmó un acuerdo de tercerización por una década y con eso, la empresa tenía un cliente de primer nivel asegurado.
Hay que recordar en qué contexto nace el laboratorio HLB Pharma. Fue después de que Hernán López Bernabó comprara el predio integral que perteneciera a los franceses de Sanofi en el año 2004. El ejecutivo forma parte de la familia -de la que está distanciado- y que es propietaria del laboratorio Bernabó.
La transacción se cerró en el medio de las tratativas en las que Sanofi presentó una oferta para comprar a Aventis a nivel global, y el período en que Aventis Argentina estaba conducido por el argentino Sergio Rosengarten. En ese momento, todo el mercado señalaba a esta operación de «gris» y fue el punto de partida de esta compañía que siempre pisó terreno resbaladizo.
Desde el vamos HLB arrancó con el pie derecho, ya que Sanofi se la dio servida en bandeja. En teoría, los franceses ya no necesitaban la planta. Sin embargo, la multi le concedió a HLB un contrato para que le siga fabricando sus medicamentos. En definitiva, la corporación le dejaba ingresos asegurados tras firmar un acuerdo de tercerización de largo plazo.
En el 2010, Sanofi da por finalizado el acuerdo con HLB para que le fabrique sus productos. Ahí empezaron a tallar clientes como Raffo, Craveri y Genomma. Pero paulatinamente se fueron yendo por el deterioro y la falta de cumplimiento de la empresa.
Tras cerrar esa operación, Hernán López Bernabó se mostraba ante la prensa como un laboratorio que sólo le iba a fabricar a multinacionales -las que exigen altos stands de manufactura- y por eso, siendo una firma nacional, se afilió a CAEMe, la cámara que nuclea a las multis. Claro que nada de ello sucedió.
Pero el principal paso en falso no sería ese sino otro de mayor envergadura. Fue en el 2009, cuando HLB entró en la planta que perteneciera a los alemanes de Schering AG -a través de una sociedad bautizada NewProd– . En ese momento, Schering había sido adquirida por Bayer a nivel global y varios socios buscaron la forma de sacarle partido a ese cambio de manos.
NewProd se hizo cargo de la tecnología y el personal y Bayer siguió teniendo a dicha planta bajo sus activos. Fue entonces que en el 2013 Bayer dejó en manos de la empresa conducida por Hernán López Bernabó la desvinculación de los empleados. Pero HLB vio la veta y en vez de destinar ese dinero en indemnizaciones, les propuso a los operarios mantener la continuidad laboral en su planta de San Isidro. Estaba a la vista, claro, que 600 personas era un número muy superior a lo que dicho site podía requerir. Pero, ninguno de los técnicos y operarios se imaginó que la continuidad en HLB implicaría un presente con dos meses de sueldos impagos, y una empresa a la deriva. Ver artículo
Hoy HLB es una firma desguazada que se fue desprendiendo paulatinamente de sus diferentes activos. El último que le queda es su planta de manufactura que a estas horas está paralizada, sin clientes y que no recibe ni siquiera el mantenimiento acorde.
Por supuesto que ese no fue el único desatino. HLB Había cerrado un acuerdo con el mediático Jorge Hanné en noviembre de 2013 para producirle y distribuirle sus famosos suplementos Reduce Fat Fast. Pero el trato fue de tiro corto. Hanné rompió lazos en función de la poca sustentabilidad de la compañía. Ver artículo
Antes había sucedido algo similar con la danesa Lundbeck, quien firmó un contrato de representación. Pero también fue una noticia «bluff». HLB se ocupó de que dicho deal repercuta en los medios a través de una agencia de prensa contratada ad-hoc. Sin embargo, el trato duró lo que un suspiro.
Incierto final para HLB
En definitiva, lo único que tiene HLB son pasivos. Solamente en sueldos debe $42 millones. Por un lado, indemnizaciones a los 130 empleados que desvinculó en septiembre pasado. También le debe dos salarios a los cerca de 150 operarios de planta. Y estos salarios no son básicos, sino que están cargados con un gran stock de montos correspondientes a horas extras.
¿Cuál es la actualidad de la empresa? Hoy HLB, según lo investigado por Pharmabiz, es una firma desguazada que se fue desprendiendo paulatinamente de sus diferentes activos. El último que le queda es su planta de manufactura que hoy está paralizada, sin clientes y que no recibe ni siquiera el mantenimiento acorde.
Los últimos clientes que le generaron algún ingreso fueron el nacional Craveri y los mexicanos de Genomma. Estos últimos llegaron para producir el Tafirol en San Isidro tras sentirse ganadores por conseguir un «súper» precio de fabricación. Pero las partidas no se completaron y el Tafirol volvió a cambiar otra vez de manos.
En definitiva, lo único que tiene HLB son pasivos. Le debe tres cuotas en concepto de indemnizaciones a los 130 empleados que desvinculó en septiembre del año pasado. Le debe dos salarios a los cerca de 150 operarios de planta. Y estos salarios no son básicos, sino que están cargados con un gran stock de montos correspondientes a horas extras. Según pudo saber Pharmabiz, el rojo por estos dos ítems ronda los $42 millones. Claro que sin contar la deuda que la empresa mantiene con la seguridad social y con las agencias de recaudación.
Pero lo grave de este asunto, no radica en la deuda en sí misma, sino en que el juez que tiene bajo su órbita la convocatoria de acreedores, había autorizado a vender las oficinas centrales de la empresa al diario La Nación por un monto de u$s 9.2 millones. La condición sine qua non era que ese dinero sea destinado a los acreedores privilegiados. Y nada de eso sucedió. Ver artículo
Buenas tardes soy uno de los.despedidos de HLB y quiero aclarar que la información sobre lo que nos adeuda la empresa es mucho más que lo que te informaron. HLB solo pago una sola cuota de las 13 pactadas ante el ministerio de trabajo, esta única cuota se abono en el mes de octubre del 2016 y hasta la fecha no tenemos más noticias de nuestros pagos.