La mayoría de las multis de farma se subieron a la carrera a fin de dar a luz a la primera vacuna contra el coronavirus. Sin embargo, ahora la que se sumó fue una outsider, la tabacalera BAT.
Las automotrices ya habían levantado la mano al ponerse el casco y comenzar a fabricar respiradores. Así fue el caso de la norteamericana Ford, quien selló una alianza con la gigante 3M. Ver artículo.
Pero ahora hay otra outsider que se sube a la carrera para darle pelea al coronavirus. Se trata de British American Tobacco que avisó oficialmente que está desarrollando una potencial vacuna para COVID-19 a través de su brazo Kentucky BioProcessing, su filial bio-tech en los Estados Unidos. Ver Press Release.
La tabacalera dueña de las marcas Lucky Strike y Camel pretende desarrollar una vacuna contra COVID-19 apalancándose en su filial bio-tech Kentucky BioProcessing.
Es la empresa que BAT había comprado en el año 2014 a través de su filial Reynolds American. Fue en el mismo año que Kentucky saltó a la escena pública por haber desarrollado un tratamiento para el ébola en conjunto con Mapp BioPharmaceuticals.
Ahora la corporación dice que para este proyecto se está asentando en su plataforma tecnológica de hojas de tabaco de rápido crecimiento. La compañía afirma que si la vacuna que se encuentra en estado pre-clínico avanza y consigue el apoyo de las agencias gubernamentales, apunta a fabricar entre 1 millón y 3 millones de dosis por semana.
Aunque la BAT no es la única tabacalera que se sumó a esta carrera. Su competidora Philip Morris también había anunciado que puso un pie en este negocio. A través de su empresa Medicago se encamina a realizar ensayos en humanos. Ver Press Release.