Los británicos de GlaxoSmithKline consideraron que era el momento oportuno y se decidieron. Durante este mes están lanzando al mercado argentino Niquitin, su medicina para dejar de fumar.
La idea es tomar protagonismo en una categoría que se presenta en ascenso y que durante 2007 facturó en el país alrededor de $20 millones anuales (u$s 6 millones), según datos de la auditora IMS.
¿Cuál será el diferencial de GSK? Será la única presentación como comprimidos para disolver en la boca, que participará en el mercado local.
De esta manera, el laboratorio deberá competir con al suizo Novartis que tiene a Nicotinell TTS, un parche a base de nicotina que desde 2003 fue switcheado a la condición de venta libre. Y también con su presentación en chicle que fue lanzada posteriormente.
Otro que participa en el terreno de los OTC es Nicorette, el chicle a base de nicotina que está bajo el ala de Johnson & Johnson, luego de haberle adquirido la cartera de OTC a Pfizer.
También el nacional Cassará se destaca con Niux, su nicotina terapéutica en spray nasal, que fue lanzada en 2007 en condición de venta libre.
A su vez, en el terreno de las medicinas prescriptitvas sobresalen el Wellbutrin de GSK, mientras que su similar local es el Odranal del nacional Raffo. Y el lanzamiento más resonante en esta categoría ha sido el de Pfizer, que sumó a su nueva droga varenicline durante 2007 bajo la marca Champix.
Se estima que en la Argentina el total de fumadores alcanza las 8 millones de personas. Si sólo el 15% de este mercado potencial tomaría la decisión de iniciar un tratamiento, la facturación total podría trepar a los $600 millones anuales (u$s 181 millones) en el país.