El fondo de cobertura estadounidense Elliott Management, conocido en la Argentina como el fondo buitre que casi llevó el país a la quiebra, se hizo de una participación significativa en el laboratorio británico GlaxoSmithKline. Ya se especula sobre la influencia que tendrá en la reorganización de la empresa a nivel global.
Se esperan cambios en GSK. El hedge fund estadounidense Elliott Management adquirió una participación considerable en el laboratorio británico y estaría ejerciendo presión para avanzar con la reestructuración de la empresa.
El fondo, un inversor activista dirigido por Paul Singer, es conocido en la Argentina como el fondo buitre que se negó a aceptar la propuesta local para reestructurar la deuda e inició una demanda contra el país en los Estados Unidos, luego del default en el 2001.
Según el diario británico The Guardian, no queda claro cuáles son las intenciones de Elliott con GSK. Es en función de que la directora ejecutiva del laboratorio, Emma Walmsley, ya tiene planeada una reestructuración radical. Ver artículo The Guardian.
El medio británico consignó que Walmsley podría tener que enfrentar cuestionamientos sobre su desempeño y el futuro del negocio en las próximas semanas. Será después de comunicar los resultados del primer trimestre este miércoles y llevar a cabo la reunión anual de accionistas la semana que viene.
Algunos analistas pronostican una caída del -14% en los ingresos de GSK a £7.8 mil millones para el primer trimestre. Además estiman una disminución del -10% en las ganancias antes de impuestos, a £1.7 mil millones. Ver comunicado GSK.
Según Bloomberg, los inversores están decepcionados con el desempeño de la empresa y cuestionan su estrategia de adquisición. El medio especula que Elliot podría querer devolver efectivo a los accionistas a través de una IPO o incluso querer forzar la venta del negocio farmacéutico. Ver artículo Bloomberg.
El año que viene GSK se dividirá entre sus negocios de Consumo y Pharma, el último de los cuales se creará a partir de las divisiones de HIV, vacunas y farma. En el 2018 la compañía ya había separado su portafolio de Consumer Healthcare en una empresa conjunta con Pfizer, para reenfocarse en el desarrollo de medicamentos y expandirse a campos lucrativos como la oncología.
Según The Guardian, la inversión de Elliott agrega más presión sobre la CEO, para impulsar la renovación correcta de la corporación, y a su vez podría poner bajo la lupa la decisión de quién dirigirá los dos nuevos negocios tras la división. Por caso, algunos inversores cuestionan la formación no científica de Walmsley y la preferirían el frente del negocio de Consumo que dirigió antes de su ascenso a directora ejecutiva a principios de 2017.
La empresa, que en la Argentina tiene como número uno al colombiano Jorge Arévalo, está buscando rejuvenecer su cartera a nivel global en función de que ha quedado detrás de sus pares tales como su rival del Reino Unido, AstraZeneca.
Elliott, que fue fundada en 1977, tiene un historial de campañas para acelerar cambios en empresas del sector. Impulsó la venta de Alexion Pharmaceuticals antes de que fuera comprada por AstraZeneca en diciembre por u$s 39 mil millones. También buscó cambios en Alkermes, Allergan y en Bayer. Ver artículo sobre Alexion.
Según el banco británico Barclays, citado por The Guardian, la venta de GSK sería poco probable ya que el gobierno del Reino Unido no permitiría que una empresa extranjera se haga cargo de GSK. Sin embargo, Elliott podría buscar un cambio en la administración de la empresa.