La crisis del coronavirus impacta de forma directa en el retail quien se constituyó en un brazo clave del abastecimiento durante esta pandemia. En el eslabón de las farmacias Farmacity se adelantó de alguna forma al aislamiento obligatorio con sus terminales de autopago, lanzadas en octubre.
El retail está constantemente en busca de nuevas formas de innovar en la experiencia de compra, apoyándose en tecnología de última generación. Y es dentro de este esquema que Farmacity introdujo el año pasado terminales de autopago, en modo de prueba piloto.
Como parte de una estrategia que apunta a agilizar la atención en las cajas, el sistema de pago sin interacción humana evita la manipulación del dinero y protege de esta manera tanto a los empleados como a los clientes. Y aunque de la cuarentena nada se sabía en el último trimestre del 2019 cuando se arrancó con esta iniciativa, la misma adquirió una resignificación en esta etapa.
Por ahora los autopagos están únicamente operativos en las tiendas de avenida Santa Fe, entre Larrea y Pueyrredón, y en Triunvirato 4634. En Barrio Norte, por caso, la empresa del Grupo Pegasus cuenta con tres terminales junto a sus tradicionales cajas con indicaciones para facilitar su uso, lectores de código de barra y posnet para realizar las transacciones con todas las tarjetas.
Este tipo de «cajeros automáticos» también están disponibles en otras compañías del sector del retail, y crecientemente en el rubro de supermercados. El sistema posiblemente tome creciente notoriedad en un contexto en el que se busca limitar la cantidad de empleados en los puntos de venta, evitar la concentración de gente y el contacto con el cash.