Una empresa del Grupo Sura ha solicitado a la Superintendencia Nacional de Salud de Colombia un plan para retirarse del sistema de salud debido a sus altas pérdidas económicas. El gobierno intenta tranquilizar a los usuarios.
EPS Sura, una filial del conglomerado colombiano Grupo Sura, anunció hoy martes que solicitó permiso regulatorio para desmantelar su negocio de salud. La unidad reportó pérdidas netas por 360.000 millones de pesos colombianos (u$s 92.3 millones) en 2023, agotando los activos de la empresa. Ver Press Release.
La empresa, que gestiona la atención médica de unos 5,3 millones de clientes, podría convertirse de administrador de atención médica a proveedor directo bajo la reforma propuesta. Por ahora, seguirá brindando servicios de forma normal. Aseguró que la decisión no afectará la solvencia ni la liquidez de Grupo SURA.
Juana Francisca Llano, presidente de Suramericana, dijo en el comunicado: “Hemos realizado un gran esfuerzo para continuar en el sistema de salud, con la firme motivación de cuidar a cada una de las personas que ha confiado en EPS SURA. Sin embargo, en este momento se deben tomar medidas oportunas para evitar un mayor deterioro que nos impida cumplir con las obligaciones asumidas.»
El Ministerio de Salud de Colombia dijo en un comunicado que la solicitud de Sura es una reacción a las fallas estructurales del sistema de salud del país y muestra la necesidad de las reformas del presidente Gustavo Petro. Agregó que se debe realizar un estudio de viabilidad antes de que los reguladores sanitarios aprueben o rechacen la solicitud.
Desde sus redes sociales, la presidencia del país intentó tranquilizar a los usuarios. “Los usuarios actuales de la EPS Sura en toda Colombia pueden tener un parte de tranquilidad. Mientras se surta el proceso administrativo de solicitud de desmonte progresivo, todos los pacientes continuarán recibiendo los mismos servicios en las mismas instituciones donde los han recibido hasta ahora,» señaló en su comunicado. Ver posteo en X.
El mes pasado, el gobierno del Petro tomó el control de dos importantes aseguradoras, Sanitas y Nueva EPS, que tenían alrededor de 16 millones de clientes en conjunto, alegando que no brindaron la atención adecuada.