El laboratorio local de genéricos Veinfar construirá una planta en Uruguay de la mano de BioShar, su socio en ese país. El nombre de la compañía, que se especializará en oncológicos, será Veinfar Uruguay. La planta comenzará a construirse este año y requerirá una inversión de u$s6 M, suma que proviene de un crédito otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo.
La decisión de montar la planta en ese país, según Fernando Brunstein, el gerente general de la compañía, tiene dos razones. Por un lado, el BID no había dado el visto bueno para un crédito en la Argentina, que estaba en default al momento de solicitar ese monto. Y el otro motivo se basa en que, según la ley de patentes argentina, existen restricciones para fabricar ciertos productos protegidos por la normativa vigente. Es el caso, por ejemplo, de la droga gemcitabina, patentada por el laboratorio norteamericano Eli Lilly que no puede tener copias en el mercado local y, en cambio, podrían fabricarla en Uruguay.
Una vez terminada la planta, el objetivo es comenzar a exportar hacia todo Centroamérica, Camerún, Costa de Marfil y Senegal. Según Brunstein, el 95% de los medicamentos fabricados en Uruguay se destinará al mercado externo y en el futuro también esperan montar Veinfar Perú, Veinfar Ecuador y Veinfar Canadá.
En la Argentina, el laboratorio tiene dos plantas: una en Mataderos y otra en Lugano. Su principal unidad de negocios es la de inyectables y sus competidores en este rango son los generistas Fada Pharma, Northia, Klonal y Fabra. Ahora en la compañía están atentos al desarrollo del polo farmacéutico que se planifica en el área sur de la Ciudad de Buenos Aires. Sucede que la planta de Veinfar está muy cerca de ese distrito y estarían dispuestos a sumarse a ese proyecto. La compañía fabrica productos de venta bajo receta y la mayor parte de sus ventas se dirigen hacia las instituciones de salud.
Por Cristina Kroll