Los mexicanos del Grupo Columbia están rebautizando todas sus filiales a nivel mundial. Por eso, ahora el único laboratorio azteca que opera en el país y que hasta hace unos días se llamaba Disprovent está preparando las nuevas tarjetas personales para sus ejecutivos y adecuando sus instalaciones. A raíz de este cambio, la compañía destinó uSs150 mil para remodelar su planta de Villa Devoto y trasladar sus oficinas al microcentro.
Con esta inversión, la empresa está dejando todo a punto para que sus productos estén ajustados a las normas Mercosur. Y con esta inyección de dinero esperan llegar a nuevos mercados, especialmente a Chile y Brasil, donde al grupo le sería más conveniente desembarcar con sus medicamentos, que ahora envía desde México.
Este mismo proceso de cambio de nombre también se está completando en sus filiales de España, Dinamarca, Canadá y Centroamérica, donde el grupo opera con líneas de productos diversificadas y específicas para cada mercado. A estas horas, los mexicanos todavía no trabajan con marcas globales, pero se espera que lo hagan en el corto plazo.
Abanta, la vedette
Disprovent nació en la Argentina en 1964 y trece años más tarde fue adquirido por capitales mexicanos pasando a ser una empresa del Grupo Columbia. Ahora tiene 25 productos en cartera y los que le reportan su mayor facturación son Siderblut, indicado para el tratamiento de las anemias, el antiparasitario Heliton, varias marcas para el tratamiento de la obesidad y Biotaer, para las vías respiratorias.
Pero su producto favorito es la pomada Abanta, que fue muy popular en los ’70, cuando fue difundida de la mano de un jingle que repetía: «a mí me encanta usar Abanta«. Ahora se está preparando para un relanzamiento de ese producto que entra en competencia directa con Hipoglós de Andrómaco, Dr. Selby de Sidus y los tradicionales aceites de Johnson y Johnson.
La compañía forma parte de la distribuidora Farmanet, donde opera junto con Altana Pharma, Bayer, Boehringer Ingelheim, Casasco, Elisium, Gador, Galderma, Labinca, Dr. Madaus, NAF, Novartis, Organon y Stiefel. A nivel empresarial, está enrolada en CILFA, la Cámara que congrega fundamentalmente a los laboratorios de capitales nacionales, a pesar de que en la actualidad sus activos son 100% mexicanos.
Por Cristina Kroll