Diferentes cámaras empresarias que forman parte de los variados eslabones del sistema de salud no esconden su preocupación por el impacto del actual escenario económico sobre el sector. Ahora fue el turno de la CALAB, que advirtió que los análisis clínicos se pueden discontinuar por la falta de insumos y reactivos, por la actualización de los precios y por el atraso en la cobranza de las prestaciones.
La Cámara Argentina de Laboratorios de Análisis Bioquímicos -CALAB- sumó su voz a la de otras asociaciones gremiales que aglutinan a prestadores de servicios. La queja apunta a distintos frentes: falta de insumos, el efecto inflacionario, la cadena de pagos y el cobro de copagos.
La entidad que representa a laboratorios de análisis clínicos privados de todo el país definió a la situación económica de los servicios de análisis clínicos en el ámbito privado como «gravísima, insostenible«. La CALAB alertó que en la actualidad están cerrando laboratorios, como el Laboratorio Chamoles, y «otros comienzan a tener dificultad para recibir los insumos necesarios para procesar los análisis».
La CALAB, y otras cámaras del sector salud que abarcan elaboradores locales, importadores, distribuidores de productos médicos, sostienen «que está en riesgo la continuidad de la provisión al sistema de salud debido a factores vinculados a la importación, por un lado, y a la ineficiencia en la cadena de pagos en el sector, por el otro».
Debido a la devaluación, el precio de las materias primas para procesar análisis clínicos debió ser actualizado a valores que los laboratorios no pueden trasladar a las prepagas y obras sociales, ya que éstas se rigen por el Índice de Costo de Salud, explicó en una nota la entidad.
“El agravante es que dicho incremento se refleja en los laboratorios 6 meses después de su publicación. Es decir, el valor que se definió en las paritarias en marzo, recién se cobra en septiembre”, remarcó Luis Mónaco, presidente de CALAB. “Es por ello que algunas organizaciones proponen cobrar un copago sobre las prácticas”, agregó.
Según la CALAB, a esta coyuntura se suma la dificultad en el abastecimiento de insumos y reactivos, que conlleva a una disminución de los stocks que requiere el sistema de salud. «La dificultad en recibir la aprobación de los permisos de importación (SIRA), la imposición de plazos de pago entre 180 y 365 días (que en general no son aceptados por proveedores del exterior), el Impuesto PAIS, son medidas que obstaculizan la importación«, resaltó.
Para la cámara es imprescindible que se realice la «actualización automática por índice de inflación de los aranceles de los laboratorios, y que los equipos necesarios para procesarlos sean tratados como sensibles y esenciales, permitiendo su importación y puesta en el mercado sin dilaciones ni trabas», concluyó.
