El ministro de Salud de Brasil, Ricardo Barros, cortó las cintas de una línea de producción de vacunas contra la fiebre amarilla en las instalaciones de la brasileña Libbs Farmacêutica. Fue en el marco de un acuerdo entre el laboratorio privado y Bio-Manguinhos.
El ministro de Salud de Brasil, Ricardo Barros, inauguró ayer una línea de producción de vacunas contra la fiebre amarilla en las unidades de Libbs Farmacêutica, en São Paulo. Ver comunicado.
El corte de cintas se dio en el marco de un acuerdo de transferencia tecnológica entre el laboratorio privado y Bio-Manguinhos, el Instituto de Tecnología de Inmuno-biología de Brasil.
Según lo comunicado, con la inauguración de esta línea Brasil conseguirá doblar la producción nacional de la vacuna a 48 millones de dosis al año para tener stock suficiente para cubrir las necesidades. En la misma línea, recientemente Bio-Manguinhos salió a decir que ya interrumpió las exportaciones a otros países, para concentrarse en la demanda nacional. Ver artículo
De hecho, el instituto está construyendo un Complejo Industrial en el Estado de Santa Cruz, que tendría capacidad para atender a las demandas de producción de la vacuna de fiebre amarilla, así como de otros inmunobiológicos. La línea actual de procesamiento incluye otros productos estratégicos para el Ministerio, como la triple viral.
Luego de que se haya registrado el mayor brote en los Estados de São Paulo, Río de Janeiro y Bahía, el Ministerio de Salud de Brasil destinó u$s 17 millones en una campaña de vacunación que prevé alcanzar a 19.7 millones de personas.