Un bar de Buenos Aires se inspiró en una farmacia del siglo pasado. Los tragos emulan a las mezclas o pócimas de laboratorio.
Un bar de Buenos Aires se inspiró en una farmacia de fórmulas. Se trata de Boticario, ubicado en el centro de Palermo.
Su propietario, Juan José Ortiz, montó su bar recreando la escenografía de una farmacia del siglo pasado, cuando se elaboraban los medicamentos dentro de la propia botica.
Ortiz, además, le imprimió al lugar la historia ficticia de un boticario, Salvador Cortez, quien ofrece sus macerados servidos en frascos, en una bodega a la vista. Estos tragos emulan a aquellas mezclas o pócimas de laboratorio.