La biotecnología avanza lenta pero a pasos firmes en la Argentina, luego de la reciente reglamentación de la ley de Biotecnología Moderna. Y en este 2021 de pandemia, el laboratorio Biosidus se mete en el terreno del COVID-19. Con sus interferones tiene en carpeta un desarrollo para el mercado local.
El laboratorio Biosidus sigue con el foco en la biotecnología y de paso avanza casilleros en el terreno del COVID-19. Esto es en función de que sus interferones ya están siendo utilizados en algunos mercados para el tratamiento del coronavirus.
Y aunque en la Argentina el medicamento no fue avalado por la ANMAT a tales efectos, la compañía quiere poner en primer plano a uno de sus productos estrella. De hecho, la semana pasada el propio ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas recibió a las autoridades de la empresa.
Y uno de los principales temas de la agenda fue justamente su desarrollo en materia de interferones. La reunión fue pocos días después de que el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá hiciera público un encuentro con el embajador de Cuba, Pedro Prada. Allí se había barajado un posible convenio vinculado a vacunas de origen cubano aunque también se había puesto sobre la mesa al Nasalferon, un inhalable para COVID-19 a base de interferón alfa 2b. Ver Comunicado.
En paralelo, Biosidus tiene en desarrollo con la nacional ProinVet, una firma que además opera en negocios de real estate; agro y producción; genética y biotecnología una terapia inhalatoria anti coronavirus en base al interferón beta 1a a través de una inversión 100% privada. Se trata de un producto clasificado como «Standard Internacional» por la Farmacopea Europea. Ver Comunicado
En la actualidad, el laboratorio comandado por el argentino Mariano de Elizalde destina parte de la producción del interferón beta 1a a varios mercados de la región. Son Uruguay; Colombia; Paraguay; República Dominicana; Nicaragua; Panamá; Guatemala; y Túnez, entre otros. Aunque desde el inicio de la pandemia el medicamento pasó a formar parte del listado de productos críticos que requieren de autorización para ser exportados.
Biosidus proyecta que el inhalable en desarrollo podría estar en el mercado aproximadamente en un año. Esto es en función de que los resultados de los ensayos clínicos tomarían al menos seis meses. El dato de color es que en Inglaterra otra firma está avanzando con un estudio de similares características. Se trata de Synairgen, empresa que ya llegó a la fase III de sus trials. Ver sitio Synairgen
En tanto, al gobierno el renglón de los biosimilares no le es ajeno. De hecho, a principios de este mes de mayo emitió una medida en el marco del bloque Mercosur en la que fijó un arancel del 14% para los Derechos de Importación Extrazona -DIE- para un conjunto de activos farmacéuticos, entre los que figura el interferón beta 1a. Pharmabiz realizó una investigación especial y elaboró un informe propio a fin de identificar a qué laboratorios impacta tal decisión. Ver artículo Mercosur