Se aprobó el híper caro Spinraza y la noticia ocupó un lugar relevante en los diarios generalistas. Sin embargo el gran tema no es la aprobación en sí misma, sino de qué bolsillo saldrá el financiamiento de esta terapia. Aunque tiempo al tiempo. Todavía falta por caso la autorización del primer lote, un paso clave para legitimar el aval del producto en el país.
El laboratorio norteamericano Biogen está reunido esta semana en Bariloche en función de su convención anual de ventas.
La compañía ya tenía demarcada una agenda de trabajo, la que sin embargo se vio alterada por la reciente aprobación de su emblemático producto Spinraza, el que genera numerosas polémicas en función del precio que debe pagarse para poder acceder en todos los mercados.
El aval de Spinraza ocupó un lugar de importancia en los diferentes diarios generalistas que le dieron un espacio a esta aprobación que se considera relevante. Aunque el gran capítulo que se abre gira en torno a su cobertura.
Se trata de un dilema que genera controversia a nivel global en función del altísimo precio de Spinraza, que en Estados Unidos ronda los u$s 750.000 anuales. En Argentina mientras tanto, el precio todavía no está definido por varias razones. Por un lado el laboratorio está delineando su estrategia comercial a la vez que todavía le falta dar un gran paso, y es la aprobación del primer lote, paso indispensable para legitimar el aval del producto en el país.
El régimen de cobertura es un tema de discusión en todos los mercados. Por caso en Gran Bretaña la agencia NICE no autorizó la cobertura de Spinraza porque su precio superó los umbrales definidos por el sistema. En Canadá mientras tanto hay un espectro de soporte limitado. Sólo está disponible para niños con atrofia muscular tipo 1 y que hayan sido diagnosticados antes de cumplir los siete meses.
En paralelo, los distintos financiadores están más que crispados. Así, la Secretaría de Salud, los gobiernos provinciales, las obras sociales y las prepagas, empiezan a barajar distintas alternativas a la vez que se preparan para una nueva embestida de amparos.
Por esto no es menor mencionar las diferentes decisiones políticas tomadas en distintos países de referencia. Por caso en Gran Bretaña el NICE -la agencia que evalúa los nuevos tratamientos- no aprobó la cobertura porque los resultados de la costo efectividad sobrepasaron los umbrales definidos por el sistema. Ver Reuters. Ver Nice.
Mientras que en Canadá, el CADTH -el organismo par al NICE- autorizó su cobertura aunque para un espectro limitado de personas. Sólo se incluyó para niños con atrofia muscular tipo 1 -la forma más severa de la enfermedad- y que hayan sido diagnosticados antes de cumplir siete meses de edad. Ver artículo CBC.
En tanto en España, que es uno de los pocos países que lo cubre, Spinraza fue avalado después de que el Ministerio de Sanidad negociara con el laboratorio su adquisición a mitad de precio. Allí el Estado paga u$s 40 mil por ampolla en vez de los u$s 100 mil que tiene como precio de lista, a fin de no quebrar el sistema de salud. Ver artículo.
En Argentina mientras tanto, la AGNET -la agencia que desde el inicio de la gestión de Macri está en danza para evaluar este tipo de tecnologías– todavía es una quimera. Se creó sin embargo la CONETEC como eslabón precedente, a la que le asignaron a Spinraza como primer producto sobre el que fijar una clara posición en torno a su cobertura. Aunque desafortunadamente la CONETEC nada hizo al respecto.
En paralelo, el laboratorio al que en diciembre pasado llegó un nuevo CEO argentino a su filial local, se había encargado de hacer el suficiente lobby a fin de instalar el tema en la agenda para que el caso sea conocido por la opinión pública y a ningún juez se le ocurra dar un veredicto en contrario. Ver artículo.