El laboratorio nacional Bagó busca crecer en el continente latino. Por caso, en Perú, la compañía proyectó un incremento en ventas del 15% para el 2018.
El laboratorio nacional Bagó tiene expectativas en América Latina. Por caso, la compañía proyectó para el 2018 un incremento del 15% en las ventas de su filial peruana.
La empresa, que desembarcó en Perú en 1994, creció un 6% anual en el último trienio. Este incremento se vio apalancado por sus marcas estrella de prescripción, tales como su antiinflamatorio Dioxaflex y su ansiolítico Neuryl.
Es interesante identificar, que hay varios productos que la empresa de la familia Bagó no está comercializando en el mercado local. Son, por caso, la variedad Anaflex Mujer; y el fitoterápico Previdol..
La gerente general de la filial peruana, Jaqueline Vargas, le detalló a la revista Gestión, las características y la conformación de la cartera en ese país. Además subrayó que recientemente la firma realizó dos lanzamientos. Por un lado, Colnatur, un producto a base de colágeno que apunta a regenerar las células de la piel. Ver artículo.
Y, por otro, Previdol, un suple para tratar problemas de articulaciones y dolores artríticos. Con Previdol, Bagó creó una subcategoría dentro de los antiinflamatorios, explicó Vargas.
Es interesante identificar, a su vez, que hay varios productos que la empresa de la familia Bagó no está comercializando en el mercado local. Son, por caso, la variedad Anaflex Mujer; y el fitoterápico Previdol.
Bagó se suma, así, a la expansión que están teniendo los laboratorios de origen argentino en el resto del continente. Recientemente, el grupo Roemmers, a través de Siegfried, adquirió una planta productiva en Ecuador. Ver artículo