El laboratorio argentino Andrómaco lanzó la etiqueta dermatológica Aveno en el mercado local. Con la avena como protagonista, la marca salió al ruedo con una línea capilar y con una corporal.
Así, la compañía que está al tope de las ventas dermatológicas según los registros de IMS está poniendo en valor la marca que le adquirió al laboratorio dermatológico nacional Szama el año pasado.
De esta manera, le ganó de mano a Johnson & Johnson quien adquirió la marca Aveeno a nivel global en 1999.
Previo a esto, el laboratorio Szama había creado en Argentina la etiqueta Aveno. Por eso, cuando J&J intentó traer a Aveeno a la Argentina, no pudo registrarla porque la marca de Szama bloqueaba esta posibilidad.
Al momento de las negocioaciones, ambas compañías no arribaron a ningún acuerdo por su precio de venta.
Ahora, los equipos de Andrómaco están alistados para llegar a los consultorios de los dermatólogos, ya que se concentrarán en la recomendación médica.
Por lo cual, algunas compañías ya están tomando nota. Fundamentalmente Galderma que compite con Cetaphil; Pierre Fabre con Exomega; Stiefel con Fisiogel; Beiersdorf con Eucerin; y L´Oréal con Lipikar. Son todas etiquetas que apuntan a la dermatitis atópica.
El lanzamiento de Andrómaco, incluye champú y acondicionador como parte de su línea capilar. También emulsión, jabón y gel de limpieza, los cuales están especialmente recomendados para las pieles sensibles.
El core business de Andrómaco es la dermatología. De hecho el 86,9% de sus productos corresponde a esta categoría. La facturación anual de la firma fue de $195 millones (u$s 65 millones) durante 2007.
Dentro de su portafolio, la marca Dermaglós tiene un destacado posicionamiento. En el 2007 y según los registros del IMS ocupó el puesto número 8 en facturación. Y durante diciembre pasado, alcanzó el escalón número 2 en facturación como la marca más vendida.
