Abbott lanzó una engañosa campaña que llevó la firma del CEO argentino del negocio de Diabetes, Nicolás Mendiberri, y de la agencia de prensa de José María Oribe. Su objetivo fue instalar que un nuevo medidor eliminaba por completo los pinchazos. Dicho concepto es del todo falaz.
La norteamericana Abbott salió al ruedo con una engañosa campaña en la Argentina, la que dio comienzo dos meses atrás. La compañía se propuso instalar que con su nuevo glucómetro FreeStyle Libre, los diabéticos ya no requerirán de pinchazos.
La resbaladiza iniciativa, que llevó la firma del CEO del negocio de Diabetes, el argentino Nicolás Mendiberri, y la agencia de prensa de José María Oribe, instala un mensaje del todo equívoco ante la opinión pública. Ver sitio.
Esto es así por varias razones. En primer lugar la propia compañía aclara en sus prospectos que los pinchazos se deben seguir generando en varias circunstancias. Y esto es en razón de que los datos 100% fidedignos sólo pueden ser generados por la punción mediante lanceta.
La desaparición de los pinchazos se convirtió en el slogan que creó expectativas entre muchos usuarios. Sin embargo, los propios prospectos del producto aclaran que la medición mediante lanceta se debe seguir realizando en diferentes circunstancias.
De modo que esto da por tierra la expectativa generada entre los consumidores, que habían confiado en la falaz campaña que prometía el fin de los pinchazos.
Aunque claro que este no es el único problema. Esta nueva tecnología de Abbott tiene otra gran pata floja y es la de la cobertura por parte de la seguridad social. A estas horas, y según pudo saber Pharmabiz, no hay ninguna prepaga que haya incorporado el nuevo glucómetro a su cartilla. De modo que el producto sólo está disponible para ser comprado bajo el exclusivo cargo del consumidor.
Las prepagas consultadas por este medio, califican a FreeStyle Libre como un medidor indirecto, y suman un detalle no menor. Las normativas argentinas indican a través de la Resolución Nº 1156/2014, que la seguridad social está obligada a brindar cobertura únicamente a través de tiras reactivas, las que son utilizadas en los medidores con lanceta. Esta medida establece a su vez, que las obras sociales o prepagas deben proveer entre 400 y 1800 tiras anuales para el automonitoreo de glucosa, y entregar un reflectómetro cada dos años. Ver resolución.
El nuevo medidor de Abbott tiene otra gran pata floja y es la de la cobertura por parte de la seguridad social. Las prepagas consultadas por Pharmabiz califican a este producto como un medidor indirecto, y dicen que sólo están obligadas a brindar cobertura a través de tiras reactivas. Afirman que no se moverán de ese lugar.
Sin cobertura y más
En palabras simples, una fuente de una encumbrada prepaga dijo a Pharmabiz que los pacientes o profesionales que lo indiquen, deberán contemplar que sí o sí tendrán que recurrir al recurso de amparo. Esto es así porque además de que en la Argentina no hay tal cobertura, se duplicarían los sistemas de medición.
El dispositivo tiene un precio retail de $1.100 (u$s 64,8), a lo que hay que sumarle el costo de los parches que es de $1.100 por unidad, los que deben reemplazarse cada 14 días. De modo que el paquete completo totaliza el monto de $3.300 (u$s 190,7) por un mes de medición.
Según pudo chequear Pharmabiz hay más datos que ponen a este producto en la mira desde la perspectiva de los distintos eslabones del sector. Y es que, una sola droguería se quedó con la comercialización de FreeStyle Libre. De modo que los consumidores que decidan por su propia cuenta comprar el producto, deberán hacerlo únicamente a través de la droguería DroFar.
Las otras firmas que dan pelea en esta categoría son la suiza Roche, con su marca Accu-Chek; la norteamericana J&J con One Touch; la irlandesa Medtronic; y la japonesa Panasonic, que le dio forma a Ascensia cuando adquirió los medidores Contour a la alemana Bayer, aunque en Argentina los comercializa el nacional Temis.
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