La pesquera española inauguró su planta del aceite omega 3 en Santa Cruz. Y ya piensa en la posibilidad de encapsular los comprimidos. Este negocio mueve en los EE.UU. u$s2.000 millones al año.

La computadora de Ernesto Azpillaga, el gerente general de Conarpesa, está saturada de mails. Y aunque en esta época muchas empresas estén declarando balances negativos, a esta compañía pesquera le está llegando a diario pedidos de cotización de todas partes del mundo para su futura producción de omega 3. Pero lo curioso es que la empresa todavía no sacó al mercado su primera partida de este producto. Aunque el martes cortó las cintas de su nueva planta en Santa Cruz.

Mucho antes de que la planta estuviera lista ya habían recibido ofertas para comprar el total de la producción de parte de compañías de España y Japón, tales como Alcalá Farma; Trading Marubeni, que comercializa Nissan y Minolta, y Pharmagel. Sucede que además de la patagónica hay sólo otras cuatro plantas en el mundo que procesan omega 3 en altas concentraciones, por eso se cree que llegarán muchas más ofertas a la Argentina.

En el mundo son varias las empresas que utilizan esta sustancia como materia prima para fabricar alimentos y medicamentos. Tal es el caso de Roche, Basf y algunas alimentarias como Danone y Nestlé. Pero Conarpesa quiere hacer su propio camino y está trabajando para montar su planta de softgel. Así es como se denomina al proceso para encapsular los comprimidos de omega 3. Es que este tipo de productos que se etiquetan como “funcionales” sólo en los Estados Unidos mueven u$s2.000 millones al año.

A Conarpesa le interesó este negocio “alternativo” cuando el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero le acercó la idea. Se trata de aprovechar las partes del calamar que habitualmente se tiran al mar porque no pueden consumirse en forma directa.

Aunque en realidad los suizos de Roche fueron quienes dieron el puntapié inicial, con investigaciones en el país cuando tuvieron una primera punta: “En la Argentina están los calamares con más alta concentración de omega 3”. Este ácido graso está muy marketineado en el mundo como una sustancia que debe incluirse en las dietas saludables. Y se comercializa no sólo en formato de cápsulas sino también como ingredientes de algunos productos lácteos.

Conarpesa facturó u$s128 millones el año pasado y prevé una inversión de u$s12 millones durante este año. Sí, en dólares, así como se lee. Es que la compañía está acostumbrada a hablar en verdes, porque 90% de su producción sale a los mercados externos. Y en este marco, lleva en su haber el dato de haber acordado con su staff de marinos embarcados el pago de sueldos en moneda norteamericana.

Una tendencia reciente

El negocio de los medicamentos sobre la base de productos de mar es una tendencia que comenzó hace pocos años. Uno de los antecedentes más importantes que puede mencionarse es el de la española PharmaMar, que es una de las primeras compañías biofarmacéuticas en considerar al mar como fuente de moléculas para nuevos tratamientos.

Hasta ahora, los científicos sólo conocen una diminuta fracción de lo que el mar y el entorno marino pueden ofrecer, mientras que las fuentes terrestres están muy explotadas. Por eso los tunicados, esponjas y corales están en la mira.

Por Cristina Kroll

 

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