Sólo el Amoxidal de Roemmers factura $106 M al año. Entre tecitos calientes y antibióticos, el segmento alcanza los $1.234 M anuales
Bayaspirina C, Redoxon, Dristán, Tylenol, Desen-friol y Bronquisedan son algunas de las marcas que se activan en las farmacias cuando comienza el frio. Con un marcado pico de venta estacional, los productos alcanzan 80% de las ventas en esta época.
Bayer pone toda la carne al asador en el invierno. En la línea de analgésicos, su principal unidad de negocios sumó la variedad de antifebriles, donde incluyó Bayaspirina sabor limón y versión caliente. De alguna manera hacen recordar a las vitaminas Redoxon de Roche, que se fabrican en la Argentina y se estima que venderán 1,37 M de unidades. También está Vick Vitapyrena, de Procter&Gamble, un té con vitamina C, limón y miel para calmar los síntomas de la gripe. Y Bio Grip de Gramon con su versión «caliente».
La fuerza del marketing
La Bayaspirina no es la única marca que Bayer impulsa cada invierno. Otro fuerte es Tabein, en versión bajo receta (Rx) y venta libre (OTC). Son varios los que tienen productos en OTC y de prescripción en simultáneo. Bajo la droga bromhexina, Boehringer Ingelheim tiene Bisolvón. Hay dos laboratorios que no le dan respiro: Bagó con Nastizol y Gramon con Bronquisedán y No Tos. Todas aplican la estrategia de la doble vía: con los OTC van al consumidor, y operan bajo el paraguas de la seguridad social centrando su marketing en el médico. En este grupo también compite Pulmosán de laboratorios Gezzi, que es el más adicto a promocionarse en formato de chivo (PNT) en la TV abierta.
Temis Lostaló lanzó en marzo su popular Aseptobrón jarabe para la tos. En realidad Aseptobrón es parte de una familia de productos cuya estrella es el caramelo para la garganta, que salió en combo con los pañuelos descartables Kleenex.
Entre los antibióticos, está el Amoxidal de Roemmers, líder del segmento, que facturaría $106 M. Este producto es el blockbuster del laboratorio local y se estima que 80% de sus ventas se realizan sin receta, aunque esté clasificado como de prescripción. Para la industria, es un OTX, mix entre OTC y RX. Otro antibiótico que se espera tenga buenas ventas es el Bactrim de Roche, que podría facturar u$s2 M, y el Ibupirac, de Pharmacia, que en el 2002 alcanzó los u$s13 M. Los analistas consideran que los antibióticos seguirán con una fuerte tendencia a la baja, ya que es una categoría muy sensible a la falta de cash del consumidor. Antonio Di Chello, director del posgrado Marketing de la Industria Farmacéutica de la UB, afirmó que los antigripales tuvieron una importante caída en el 2002 pero ahora que el mercado se muestra estable posiblemente se produzca una suba, a pesar de que obras sociales y prepagas están auditando muy de cerca su nivel de consumo.
El especialista aseguró que en este segmento se acelerará el traspaso de recetados a los de venta libre. Y, además, que las ventas estarán muy atadas a las acciones de marketing que impulsen los laboratorios. En ese sentido, señaló que es clave el rol que están adquiriendo las farmacias en las políticas de comercialización.
En realidad, el negocio del resfrío excede el ámbito de los medicamentos. Los nebulizadores, los pañuelos descartables, los ungüentos, la miel y los caramelos con vitaminas también alcanzan su mayor pico de ventas con el frio.
Por Cristina Kroll