El cambio de cultura y los reclamos del sector farma
Sigue Ginés. Uno de los ministros que tenía una continuidad casi asegurada en la nueva gestión de gobierno fue quien se jugó con una carta fuerte durante el período en el que fue presidente Eduardo Duhalde. González García cambió las reglas del juego y modificó no sólo el marco normativo, también las pautas culturales respecto de la prescripción de medicamentos en la Argentina.
«Es un cambio que vino para quedarse«, aseguran los analistas, antes de que los ciudadanos hubiesen emitido su voto. Casi todos los protagonistas del sector daban por entendido que no había marcha atrás con una política que apuntó directo donde más duele: en el bolsillo del consumidor.
Con este cambio de dirección, las 12 mil farmacias que operan en el país comenzaron a concentrar el eje de la atención. Y los laboratorios siguieron el hilo de la corriente, además de oponerse a la política de prescripción por nombre genérico, apuntaron su artillería de marketing hacia los minoristas para activar sus ventas.
En este escenario, los laboratorios avanzaron con distintas banderas. Hernán López Bernabó, del Centro Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA) dijo a Infobae que «éste no es un momento para pedir sino para apoyar. La propuesta de la industria farmacéutica nacional es trabajar con el gobierno para contribuir a mejorar la situación social, tomando como prioridad a los sectores más carenciados que hoy no tienen acceso a la salud«, afirmó.
Apoyo a la investigación
Mientras tanto, Clara Suárez, de la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala) dijo que el Presidente plantea en su discurso que apuntará a reactivar las políticas industriales. Al mismo tiempo, «entendemos que el nuevo mandatario se enfocará hacia la reindustrialización del país centrándose en la sustitución de importaciones«, agregó. Por eso, «como laboratorios nacionales y Pyme, siempre hemos solicitado apoyo a la investigación en el ámbito privado«, destacó.
En este terreno, creen que hay mucho para hacer. En ese sentido, aseguró que seguirán impulsando «que a cambio de obtener el derecho de patente para una medicina, sea obligatorio producir en el país, tal como sucede en el caso de Brasil«. Esa es una propuesta que se cuenta en la Cámara de Diputados hace un año y medio, según Suárez, conjunto de los laboratorios que operan en la Argentina. Todas las materias primas para el sector se manufacturan únicamente en el exterior. Por lo cual, coexiste el problema de que hay que girar las divisas por adelantado. Por eso, en la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME) afirman: «La industria de investigación espera reglas claras de este Gobierno, así como lo ha esperado de todos. Esto es necesario para poder decidir las futuras acciones las potenciales inversiones«.
Este grupo de laboratorios que comercializan medicamentos innovadores también demandan que los locales que ofrecen medicamentos similares realicen los estudios de biodisponibilidad y bioequivalencia según los patrones internacionales que regulan la actividad. Y en conjunto, toda la industria demanda reglas claras respecto del financiamiento de la seguridad social. En este terreno hay otro punto clave: la discusión del acuerdo con el PAMI. Las partes tendrán que entenderse en el corto plazo ya que el compromiso vigente caduca el 31 de mayo.
A esta altura, la industria pretende mudar convenios de largo plazo, ya que durante el último año los contratos se renovaron cada treinta o sesenta días. Y la industria tampoco deja en el olvido la deuda 2001/2002 de la obra social más importante del país que quedó en el limbo.
Cristina Kroll