Colorcon estudia pintar píldoras en la Argentina
Colorcon invirtió u$s500.000 en la Argentina para ampliar su nuevo laboratorio en la Ciudad de Buenos Aires dedicado al diseño y comercialización de recubrimientos para productos farmacéuticos. Aunque Robert Jimerson, presidente del área Latinoamérica de la compañía, aseguró a Infobae que la firma continuará. «Esperamos destinar más de u$s 100.000 en los próximos dos años para comprar tecnología y mejorar la infraestructura del laboratorio«, aseguró. «No hay duda de que después de la devaluación, la Argentina es un país mucho más atractivo», dijo Jimerson en referencia a las chances de producir en el país. La empresa no tiene producción en Latinoamérica, por eso está mirando con atención la evolución del mercado brasileño y argentino para saber quién se presenta como el mejor candidato.
Juan Carlos Saucedo, gerente general de Colorcon en el país, es optimista. «Pensamos que el mercado local va a mejorar bastante» y en esa cuenta también incluye a varios laboratorios internacionales que están monitoreando al mercado local para instalar sus plantas. A estas horas la firma tiene una alta demanda. Se conoce que diseña el rosa del Sertal, el rojo del Migral o el azul del Viagra.
En la compañía aseguran que aunque los colores se eligen en la casa matriz hay una tendencia a modificarlos en cada país, siguiendo las pautas culturales. En términos generales, el blanco se usa para los genéricos más baratos, los calmantes se asocian con los pasteles y los polivitamínicos, que están más relacionados con la potencia, se presentan en colores más fuertes. Aunque en la empresa aclaran que el recubrimiento cumple con un doble objetivo: por un lado es funcional y al mismo tiempo cumple una función cosmética.
Según los especialistas, la industria farmacéutica está inviertiendo fuertes sumas en marketing tratando de descubrir qué puede resultar más atractivo para sus clientes. Muchos errores en la medicación surgen porque los medicamentos tienen formas y colores muy parecidos, por lo cual, el color de las medicinas que podría aparecer como una cuestión secundaria resulta útil para evitar errores en el consumo.
El principal competidor de Colorcon es la alemana Rohm Gmbh y los mismos laboratorios que cuentan con equipos para desarrollar sus propios recubrimientos. Por eso, cuando alguien les encarga el diseño de un color, la compañía se involucra con los equipos técnicos del laboratorio que requiere sus servicios, para encontrar una receta en forma conjunta. En el país, facturó u$s5 M en el 2001 y u$s3,5 M en el 2002, ofrece el mismo servicio en todos los continentes y forma parte del Grupo Berwind.
Cristina Kroll