Farmacias Ahumada, que llegó a ser la mayor cadena de Chile, inició una nueva etapa bajo la gestión de Guillermo Harding, el antiguo dueño de su competidor Cruz Verde, y de Gabriel Ruiz-Tagle. La dupla quiere sacar al histórico retailer del pozo en que cayó desde 2014 cuando fuera adquirida por la estadounidense Walgreens Boots Alliance. Con una nueva identidad visual, apuntan a crecer con un agresivo plan de apertura de tiendas.
Hace casi uno año, la multinacional norteamericana Walgreens Boots Alliance selló la venta de Farmacias Ahumada a un consorcio de inversores chilenos organizado por la corredora de bolsa LarrainVial. Al frente se encuentra Guillermo Harding, quien fuera dueño de la hoy mayor cadena del país, Cruz Verde, y de su matriz, Socofar. Ver Artículo
Harding decidió volver a la industria que más conoce casi una década después de haberle vendido Cruz Verde al conglomerado mexicano Femsa y alejarse del retail. El ejecutivo, que en el interim se dedicó principalmente a negocios inmobiliarios, tomó el desafío de reconstruir una compañía que había perdido el brillo y la competitividad a manos del gigante minorista farmacéutico que pareció no tomar al mercado trasandino como relevante.
Según una nota publicada en The Clinic, personas cercanas a Harding, un ingeniero civil mecánico de 71 años, confirman que retornó su actividad con nuevos bríos. «Y que está empecinado en poner de vuelta a Ahumada en el lugar que merece, pues sigue siendo la marca top of mind en farmacias del público y eso no se puede perder«, comentan.
El pasado 2 de noviembre, Inversiones Da Vinci asumió el 100% del control de Farmacias Ahumada. A través de su sociedad holding ICC Inversiones SpA Harding detenta el 51% de las acciones, mientras que sus socios Gabriel Ruiz-Tagle LarrainVial poseen el resto. Ese mismo día se realizó la primera junta extraordinaria de accionistas de Farmacias Ahumada con sus nuevos controladores, la que estableció el capital de la sociedad en $143.339 millones (US$159 millones), según el acta.