El laboratorio de genéricos se agranda en La Plata. Planea exportar a Europa y fabricar para otros colegas
Los laboratorios de genéricos están en el centro de la escena. Ahora Ahimsa, mediante una inversión de u$s3 M, montará una nueva planta en La Plata para fabricar comprimidos y ampollas.
«Con esta nueva estructura, tendremos la chance de fabricar para más laboratorios y competir mejor en el mercado exportador«, dijo a Infobae Gustavo Malvestiti, vicepresidente de Ahimsa. Espera manufacturar 40 M de comprimidos, 3 M de ampollas y 3 M de frascoampollas mensuales.
En la actualidad, Ahimsa les produce a los laboratorios Hexal, Rivero, Fada Pharma, Northia, Biotenk y Andrómaco de Chile, entre otros.
El laboratorio local, a diferencia de otros generistas, le vende principalmente a farmacias, donde coloca 80% de sus ventas, y el 20% restante es comprado por instituciones públicas y privadas. En total, dispone de 100 registros y ya lanzó 35 al mercado.
A estas horas, Ahimsa exporta 5% de su producción y planea llegar a 30% en cinco años. Durante el 2004, espera hacer envíos a Ecuador, Venezuela y Guatemala. Y más adelante a Bolivia, Perú, Uruguay, Paraguay, Colombia y México. En el 2004, estima facturar u$s6 M, de los cuales 10% provendrán de las exportaciones.
Ahimsa salió al mercado en 1999, poco antes de que los genéricos estuvieran en la mira de inversionistas y consumidores. «La visión del negocio fue que el genérico iba a hacerse fuerte en 2004/2005«, dijo Malvestiti,» pero la crisis del 2001 adelantó todo«.
Desde su inauguración, los ingresos de Ahimsa fueron ascendentes. En 1999 facturó u$s1 M; un año después, u$s2,2 M y, durante el año pasado, u$s4,3 millones.
Malvestiti fue gerente de Northia durante 20 años hasta que le dio forma a su proyecto. En 1999, buscó socios locales y compró el laboratorio Agrand, que facturaba $300 mil anuales, y lo bautizó Ahimsa. Junto con Francisco Pagone y Roberto Pacheco, montaron un predio en La Plata. Según Malvestiti, «el nuevo edificio estará en línea con las normas que exigen las autoridades sanitarias europeas, para poder llegar a esos mercados«.
Por Cristina Kroll
