El plan permitiría la relocalización, en principio, de quince laboratorios que hoy tienen sus plantas instaladas en diferentes barrios residenciales de la Ciudad. El proyecto prevé que las empresas darían empleo, en una primera etapa, a más de 2.000 trabajadores
Laboratorios Cassará, Kampel Martian, Therabel, Rontag y Microsules Bernabó son algunas de las compañías que programan concentrarse en un nuevo polo industrial farmacéutico. La nueva área, que espera ser recategorizada por la Legislatura porteña, se establecerá en Villa Soldati, en un predio cercano al Parque de la Ciudad. La zona está delimitada por la avenida Fernández de la Cruz y la avenida Escalada. «La idea es aglutinar a la industria manufacturera en un mismo predio para relocalizar las empresas que se encuentran en áreas residenciales y densamente pobladas de la Ciudad de Buenos Aires«, dijo a Infobae Clara Suárez, directora ejecutiva de la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala), organismo que presentó el proyecto ante la Legislatura porteña. En marzo esperan que se trate esta propuesta, aunque voceros de la industria adelantaron a Infobae que han presentado el proyecto a todos los bloques y que encontraron un eco favorable a su instalación.
Los laboratorios planean invertir $175 millones para construir 85 mil metros cuadrados y dar empleo a 2.135 personas en el 2006. En la actualidad, el conjunto de laboratorios que dieron el visto bueno para instalarse en ese parque son quince y a estas horas operan con plantas productivas en diferentes barrios de la Ciudad y en total suman 50 mil metros cuadrados y emplean a 1.820 personas. Suárez también adelantó que podrían plegarse algunos laboratorios que pertenezcan a otras de las cámaras farmacéuticas que operan en el país.
No sólo laboratorios
En el polo tecnológico farmacéutico esperan la instalación no solamente de laboratorios, sino también de otro tipo de empresas. Pueden ser proveedoras de materias primas, así como imprentas elaboradoras de material de empaque. Y además de los privados, esperan realizar un embloque con algunos organismos del Estado, como el Conicet, que ya tiene agendado un lugar en el área. «Otro de los objetivos de este emprendimiento es lograr una economía de escala a la vez que crear un entorno adecuado para investigar y desarrollar medicinas en forma interrelacionada», dijo Suárez. Por lo pronto, la Secretaría de Ciencia y Tecnología, que depende del Ministerio de Educación de la Nación, ya se expidió sobre este proyecto y dijo que «redundará beneficio de las empresas, los usuarios, la Ciudad de Buenos Aires y el sistema de generación, producción y difusión de innovaciones en el ámbito de la fabricación de medicamentos«.
Mayores inversiones
Según Cooperala, el desarrollo de la propuesta se basa en el amplio volumen de exportación que hoy se opera en la industria farmacéutica. Por eso, cree que el polo «atraerá sin dudas nuevas y crecientes inversiones«.
Esta movida también les vendrá al dedillo a las empresas para ponerse a tono con las nuevas normas que en poco tiempo implementará la autoridad regulatoria. Y en los lugares que están operando muchos de los laboratorios son imposibles de poner en práctica debido a las limitaciones que impone el propio diseño arquitectónico de la Ciudad.
Por Cristina Kroll