La norteamericana Becton Dickinson que se subió a la palestra durante la pandemia del COVID-19 de la mano de sus tests de diagnóstico avanza con nuevas adquisiciones. Cerró la compra de su connacional Venclose, que desarrolló un innovador tratamiento de ablación por radiofrecuencia.
La firma de tecnología médica Becton Dickinson cerró la compra de Venclose, una empresa que ofrece opciones terapéuticas para personas con insuficiencia venosa crónica (IVC). Ver press release.
La adquisición le permitirá a BD ingresar al mercado del tratamiento de la insuficiencia venosa crónica, un segmento que hasta el momento no estaba atendiendo. Fundada en 2014, Venclose desarrolló una innovadora plataforma de tecnología de ablación por radiofrecuencia (RF) para esta dolencia. Ver website.
Se trata de una alternativa que está ganando amplia aceptación entre los médicos que atienden la IVC. Principalmente debido a que puede reducir el dolor posoperatorio y los hematomas, en comparación con las personas que reciben tratamiento con láser alternativo.
Los términos del acuerdo no fueron dados a conocer. La IVC, resultado del mal funcionamiento de las válvulas que pueden provocar venas varicosas, afecta aproximadamente al 40% de las mujeres y al 17% de los hombres en los EE.UU.
“La adquisición de Venclose nos permitirá ofrecer una cartera de soluciones más sólida a los médicos que tratan la gama completa de afecciones venosas”, dijo Paddy O’Brien, presidente mundial de Peripheral Intervention en BD.
La operación recae bajo el negocio llamado Interventional, el que en Conosur tiene base en Chile y está bajo la responsabilidad del argentino Federico Toso.