La cadena de farmacias Salud Global continúa con su estrategia de expansión en zonas aledañas a instituciones médicas. Ahora el retailer propiedad de la familia Nepomeschi inauguró dos sucursales, una de ellas con un robot de última generación para la gestión de los medicamentos.
El uso de tecnología en el punto de venta gana adeptos entre las cadenas de farmacias que buscan agilizar sus procesos internos. Una de ellas es Salud Global, que incorporó esta innovación en un nuevo local.
Aunque en realidad, la empresa propiedad de la familia Nepomeschi realizó el corte de cintas de dos sucursales en la Ciudad de Buenos Aires. La primera se encuentra sobre la calle Juncal al 4500, cerca de la ampliada Clínica Trinidad de Palermo. Y la otra en Av. del Libertador al 6200, en las inmediaciones del FLENI y del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
Ambas aperturas implicaron un desembolso total de u$s 200 mil, lo que incluyó además de los costes operativos, la inversión en tecnología. Esto es porque en la boca de la calle Juncal se instaló un robot con origen en la norteamericana Becton Dickinson a fin de darle valor agregado al acto de la dispensa. El servicio tiene continuidad en el salón de ventas de 150 metros cuadrados, en el que con un layout con el blanco como protagonista, se exhiben un variado repertorio de categorías, lo que incluye higiene personal, dermocosmética, y fragancias, entre otras.
Con estas inauguraciones, la empresa consolida su estrategia de generar locales ubicados en las cercanías de instituciones médicas, a fin de ser sinérgicos. La firma cuenta con otras cuatro farmacias, tres de ellas ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires y una en el GBA norte. Las mismas están emplazadas en Cabildo al 100, en la zona del Hospital Militar; en Cerviño al 4700, a metros de la Trinidad de Palermo; en Santa Fe al 3900, también cerca de la Trinidad de Palermo y del Sanatorio De los Arcos; y en Fondo de la Legua al 800, a metros del Sanatorio de la Trinidad sede Thames, en Martínez. Además, la empresa es dueña de Droguería Santa Catalina.
Crédito fotos: Hermán Mombelli