Los prestadores privados de salud volvieron a poner en la agenda la falta de actualización de los precios de sus servicios. A un año de conocerse el primer paciente de coronavirus en el país, la Unión Argentina de Salud, dio a conocer una dura carta donde advirtió que en un futuro cercano muchas organizaciones podrían perder su solvencia.
A un año del paciente 0, la Unión Argentina de Salud, remarcó que la falta de actualizaciones de los ingresos y la carencia de controles oficiales sobre los costos que afectan al sistema, entre ellos los medicamentos y los insumos, constituyen «una clara y arriesgada discriminación» frente a otros sectores de la economía a los que se les han autorizado aumentos de forma frecuente y significativa. Ver press release.
La entidad, conformada por obras sociales,prepagas con y sin fin de lucro, sanatorios, hospitales de comunidad, centros de diagnóstico y tratamiento, personal en relación de dependencia y profesionales independientes, dio a conocer hoy una crítica carta a horas de cumplirse un año del primer caso de coronavirus en la Argentina.
Como consecuencia del desfinanciamiento al que “hemos sido y somos sometidos por una intervención inexplicable del gobierno, que admite una inflación acumulada del orden del 40% y no permite una actualización acorde de los ingresos, en un futuro cercano, muchas organizaciones que integran el sistema privado de salud de la Argentina, podrían perder su solvencia”, advirtió la UAS.
Los prestadores privados vaticinan que, inmediatamente después, comenzará a cortarse la cadena de pagos, “que ya ha comenzado a resentirse” y que producirá una gradual pero sostenida suspensión de prestaciones en clínicas, sanatorios, hospitales y otros centros de salud.
“También pondrá en riesgo tanto las obligaciones salariales actuales, e impedirá cualquier discusión paritaria, o la activación de la cláusula de revisión, un reclamo indudablemente justificado pero de imposible cumplimiento”, destacó las misiva.
“A menos que este hostigamiento al sistema privado de salud responda a otro tipo de intereses, es incomprensible que en medio de una pandemia que no ha terminado –y que todavía no sabemos cuándo ocurrirá- las empresas tengan que estar a merced de una decisión que, inclusive, contradice los cálculos propios de los organismos responsables de controlarnos”, remarcó la UAS.