En Brasil, hace tiempo que las farmacias dejaron de ser vistas como locales que sólo venden medicamentos, y son cada vez más las que apuestan a transformarse en mini markets o tiendas de belleza con una gran oferta de marcas internacionales.
Según afirmó al diario O Globo el director comercial de la división Cosmética Activa de L’Oréal, Fernando Ferreira, la transformación que vive la industria farmacéutica se debe, sobre todo, a que está tratando de atraer a un público con mayor poder adquisitivo. Ver artículo
“Antiguamente, la salud era entendida como la ausencia de dolor. Hoy, en cambio, las personas quieren sentirse bien. Las farmacias entendieron ese cambio y comenzaron a transformarse en locales atrayentes para los consumidores”, dijo Ferreira en diálogo con O Globo.
Con 30 locales en Río de Janerio, la farmacia Venâncio es un ejemplo de esta transformación. Desde hace unos años, la cadena apostó a las grandes marcas de belleza y perfumes como Boujoirs, Tommy Hilfiger, Ralph Lauren, L’Oréal e Paco Rabanne.
“Invertimos en tecnología y herramientas de comunicación visual, como televisores LED, y contratamos consultoras especializadas en dermatología para vender productos Premium”, dijo Armando Ahmed, presidente de Venâncio a O Globo.