La norteamericana Pfizer subió la apuesta. Hoy avisó que concluyó los ensayos de fase III de su vacuna anti COVID-19 y que la misma mostró una eficacia del 95%. La multi dijo que junto a la alemana BioNTech planean enviar una solicitud de autorización de uso de emergencia a la FDA en los próximos días.
La carrera por las potenciales vacunas anti COVID-19 se convirtió en un campo de batalla con nuevos anuncios cada semana. Pruebas al canto, la norteamericana Pfizer hoy dio la nota al comunicar que finalizó la fase III de los estudios clínicos para su candidata.
La compañía dijo que junto a la alemana BioNTech terminaron los ensayos y alcanzaron todos los hitos de seguridad requeridos por la FDA para una autorización de uso de emergencia. En este sentido, las multis detallaron que planean enviar una solicitud al organismo norteamericano en los próximos días, así como también a otras agencias regulatorias a nivel global. Ver press release.
Según lo comunicado, la potencial vacuna mostró una eficacia final del 95% en personas con y sin infecciones previas por coronavirus. Mientras que en adultos mayores de 65 años fue superior al 94%. Las pruebas de fase II que habían comenzado en julio, se llevaron adelante en cerca de 150 centros de investigación en distintos países, entre los que figuran Argentina y Brasil. De acuerdo a lo detallado, el ensayo continuará recopilando datos de eficacia y seguridad en los participantes durante dos años más.
Si la vacuna es aprobada, la multi que a nivel local tiene como gerente general a Nicolás Vaquer, le proveerá al Estado argentino cerca de 750 mil dosis. Aunque el principal desafío en torno al producto de la norteamericana es la logística, en función de que debe ser conservada en freezers a -80ºC. Ver artículo.
En este sentido, Pfizer consignó hoy que algunas empresas ya desarrollaron transportadores de temperatura controlada especialmente diseñados para mantener las condiciones necesarias. Los mismos incluso podrían utilizarse como unidades de almacenamiento temporal por 15 días. Según lo detallado dichos contenedores contienen un sensor térmico con GPS para rastrear la ubicación y la temperatura de cada envío de vacunas.