Después del impacto del COVID-19 que afectó fuertemente los resultados de la neerlandesa Philips en el primer semestre del año, ahora la multi comenzó a ver un cambio de dirección. Es en función del aumento en la demanda de respiradores y dispositivos de monitoreo hospitalario.
La empresa de tecnología médica Philips registró un aumento en sus ingresos y ganancias en el tercer trimestre del año, debido principalmente a una mayor demanda global de equipos hospitalarios para hacerle frente al COVID-19. Ver press release.
La multi que tiene sede en Ámsterdam, reportó un ascenso del 10% en sus ventas, que totalizaron € 4.980 millones en el período julio-septiembre. Por su parte, en el mismo lapso sus ganancias crecieron casi un tercio a € 769 millones.
Según el informe financiero, el crecimiento fue impulsado por un incremento del 42% en su división de atención conectada. La misma comercializa dispositivos de monitoreo y cuidados respiratorios utilizados para tratar a personas con coronavirus, y otros dispositivos que permiten a los médicos trabajar de forma remota.
Al igual que algunos competidores como la alemana Siemens Healthineers, los resultados de Philips se vieron muy afectados en la primera mitad del 2020 debido a que la pandemia provocó que los hospitales demoraran la instalación de nuevos equipos y esto paralizó la demanda de productos. Ver Reuters.
Aunque después de aquel primer impacto del brote de coronavirus, Philips comenzó a ver un cambio estructural. Según su presidente ejecutivo, Frans van Houten, en este trimestre aumentó la demanda de dispositivos de monitoreo remoto.
Estos incluyen desde aparatos para teleconsultas, hasta plataformas para que los radiólogos realicen diagnósticos desde sus casas y los médicos puedan hacer un seguimiento desde las unidades de cuidado intensivo.
Para el CEO de la multi, la mayor demanda de tecnología sanitaria que existe en la actualidad convalida la estrategia de inversiones que Philips ha llevado a cabo en este segmento en los últimos años.