En un año atípico para la mayoría de las industrias, el sector de farma fue renombrado como «esencial» frente a la pandemia del coronavirus. Este 2020 le marcó el punto final a varias empresas que decidieron bajarle la persiana a sus filiales y dejarle el negocio a industriales nacionales que conocen al dedillo los «intríngulis» del país y del negocio.
En este 2020 al que le restan pocas horas, y que se desarrolló en el marco de una economía en plena retracción como efecto de la paralización de la mayoría de las industrias, el sector de farma se convirtió en una de las estrellas. Aunque también tuvo sus pormenores.
Durante este ciclo que quedará inscripto en la historia como «el año del coronavirus», en farma se anotaron varios deals y operaciones que vale la pena poner en retrospectiva cuando se le baja la persiana al año.
El de mayor magnitud fue sin dudas el que marcó el fin de un capítulo para los franceses de Pierre Fabre. La multi le dijo adiós a la Argentina en julio de 2020, aunque dejó a sus marcas de dermocosmética en manos del laboratorio nacional Sidus. El acuerdo también incluyó a la planta de materias primas, la que quedó bajo el paraguas de la firma propiedad de la familia Argüelles. Ver artículo.
El gran comprador pac-man en este «año de coronavirus» fue el laboratorio nacional Elea que durante este 2020 le dio rienda suelta al negocio de Consumo Masivo apoyado en adquisiciones. La compañía concretó en este ciclo de pandemia la compra de la popular Hepatalgina; del analgésico Geniol; del cicatrizante Adermicina y de otras marcas de venta libre.
Y ésta no fue la única operación que tuvo como protagonista a Sidus. La compañía se convirtió en marzo en el brazo comercial de la línea de medidores de glucosa Lifescan en la Argentina. La misma es propiedad del fondo Platinum Equity desde el 2018, cuando se la compró a la norteamericana J&J. Desde este 2020 en que los productos fueron licenciados a la empresa de capitales criollos, J&J Medical se quedó sin operar el negocio de forma definitiva en el país. Y este año la empresa norteamericana de devices también le bajó la persiana a su división de ortopedia. Las marcas que figuran bajo el rótulo de DePuy Synthes pasaron a manos de distribuidores locales. Ver artículo Lifescan. Ver artículo J&J.
Y en línea con la revisión estratégica que tomaron Pierre Fabre y J&J, otra a la que no le cerró la ecuación financiera en el país fue a la norteamericana Baxter. La multi, que había comenzado un proceso de desinversión paulatina desde el año 2013, en este 2020 de pandemia terminó de ponerle llave a su operación dejando como representante local a la droguería Comarsa. Ver artículo Baxter
El cierre de operaciones locales por parte de compañías multinacionales también marcó el ritmo de este 2020. Una de las que dio un portazo fue la francesa Pierre Fabre que dejó sus marcas de dermo y su planta de manufactura en manos del nacional Sidus. Además hicieron sus valijas los norteamericanos de Baxter, los alemanes de Stada, y los germanos de Gerresheimer.
Los alemanes de Stada también hicieron sus valijas en este 2020 de cuarentena y dejaron al laboratorio Vannier en manos de empresarios argentinos. La gigante europea de genéricos había llegado al país en el 2015 luego de que la familia Mosner sacara los pies del negocio farmacéutico. La retirada fue al estilo «mutis por el foro«, lo que contrastó y mucho con la modalidad adoptada al momento de la compra, la que se comunicó de forma oficial a nivel central.
Y otra empresa germana que dejó el país fue Gerresheimer, que había desembarcado en la Argentina en el 2008 tras la compra del grupo EDP. La firma anudó un acuerdo con la nacional IMAP, propiedad de la familia Holste, que sumó el negocio y la tecnología antes operativa en el barrio porteño de Monte Castro. Esto implicó un recorte de personal sobre el 50% de la plantilla. Lo de los alemanes se trató en realidad de una «cesión de negocios» y fue todo por un monto simbólico de €1. Ver artículo Stada. Ver artículo IMAP.
Y en términos de adquisiciones, el gran comprador de este 2020 fue el laboratorio nacional Elea. La empresa propiedad de las familias Sielecki, Sigman y Gold cerró dos deals con la francesa Sanofi. El primero fue en marzo, cuando la multi le soltó la mano a un combo de productos que no constituían su núcleo duro de facturación. Por medio de un desembolso de u$s 5.6 millones, el cicatrizante Adermicina; los antigripales Bio-Grip y Bronquisedan; la crema analgésica Rati Salil; el antidiarreico Minicam; y el antiácido Falgos pasaron al paraguas de Elea. Ver artículo.
Más tarde, en mayo, la firma se hizo de los corticoesteroides Deltisona B y Deltisona Retard; y del ansiolítico Karidium. Las tres quedaron integradas a su portafolio de maduros por medio de una inyección de u$s 15.5 millones. Ver artículo.
Elea fue protagonista además de una operación «emblemática». Le compró el colagogo Hepatalgina a la japonesa Takeda. La firma ofertó cerca de u$s 5 millones y así le ganó la pulseada al nacional Richmond. Elea condimentó su cartera de OTC y compró también a la línea de analgésicos Geniol, a la que volvió a poner en el mercado luego de que fuera discontinuada en el 2017. La etiqueta era propiedad de la sudafricana Aspen Pharma desde el 2013 cuando se la adquirió a los británicos de GSK. Ver artículo Hepatalgina Ver artículo Geniol
Otra compañía que concretó adquisiciones de activos en este 2020 fue el laboratorio brasileño Eurofarma. En este diciembre completó la compra del antidepresivo y antineurálgico Duloxin, al laboratorio Craveri. Mientras que en julio y en plena cuarentena se hizo del antiprostático Aclosan, del nacional Gobbi Novag. En tanto, en marzo, la firma latina se quedó con las gotas para nebulizar Budeson Nebu; y con el gel para gingivitis Nene Dent. Se trata de dos etiquetas que habían sido adquiridas previamente por la brasileña Hypera a los japoneses de Takeda. Luego, tras una «triangulación», quedaron para la empresa propiedad de Maurizio Billi. Ver artículo Duloxin Ver artículo Aclosan Ver artículo Hypera.
Deals a nivel regional
Mientras tanto, el grupo Roemmers este año resaltó sólo en el plano regional. A través de su filial Laboratorios Siegfried cerró un acuerdo tanto para Colombia como para Ecuador con la suiza Novartis a fin de comercializar su portfolio de Primary Care enfocado en cardiometabolismo. Ver artículo Colombia Ver artículo Ecuador
La latina Megalabs también protagonizó este 2020. La empresa adquirió una tríada de marcas a la británica GSK en Brasil; México; Chile; y Colombia. Se trata de Physiogel; Sunmax; y Clindo, las que GSK había heredado en el 2009 tras la compra del laboratorio Stiefel. Ver artículo.
A su vez, a fines de julio el grupo -que en la Argentina opera a través del laboratorio Raymos; de los especializados en salud ocular Poen y Max Vision; y del enfocado en biosimilares Gema Biotech– cerró un partnership con la norteamericana Medterra. Todo a fin de obtener los derechos exclusivos para representar sus tratamientos en base a cannabis en la Argentina, México y Brasil. Ver artículo
Por último, el laboratorio argentino Celnova Pharma puso un pie en el mercado de las enfermedades raras. La empresa trabó un acuerdo de licenciamiento con la norteamericana Alnylam para comercializar en la Argentina su innovadora terapia Onpattro. La firma, que opera en Argentina, Chile, Perú y Colombia, apunta a amplificar su presencia en América Latina. Ver artículo.
Adquisiciones en retail farma
En el wing del retail de farma, el grupo mexicano FEMSA pasó a controlar a partir de este 2020 el total de la cadena de farmacias chilena Cruz Verde. La embotelladora de Coca Cola en México, se hizo del 40% restante de las acciones del Grupo Socofar, y se constituyó en enero en el único accionista del operador de farmacias. En el 2015 la compañía ya había adquirido el 60% de la participación y así había puesto por primera vez un pie en Chile. Ver artículo.
El brazo de las droguerías optó por reconvertirse aplastado por los márgenes de rentabilidad que cada vez son más estrechos. Así las dos líderes, Del Sud y Suizo Argentina le pusieron sus fichas al segmento de las licitaciones públicas, a la vez que abrieron nuevas unidades de negocios a través de las cuales ofrecen almacenamiento a firmas de Consumo Masivo. Suizo la bautizó Log-in y Del Sud Flexilog.
En el retail local el Hospital Italiano de Córdoba continuó con su expansión territorial a través de las farmacias. La entidad -cuya titularidad está bajo una asociación civil- apuesta por la expansión vertical a través del formato de consultorio médico y de farmacias propias. Para ello adquirió dos puntos de venta de Farmadino, del grupo de supermercados Dinosaurio, propiedad de Euclides «Tati» Bugliotti y también dueño del estadio Superdomo. Ver artículo.
Otras cadenas se renovaron y encararon en plena cuarentena un proceso de renaming. Una de ellas fue la cordobesa Red General Paz, que quedó bajo el brazo de Juan Manuel Pernochi. La firma que en 2018 se separó de General Paz, capitaneada por Walter Pernochi, adoptó el nombre de Farmacias Red Persce. Lo mismo hizo Farmacias Azul, que se aggiornó con la nueva bandera de Farma Plus y ya comenzó con la renovación de sus sucursales. La empresa además se fusionó con la plataforma de e-commerce Pedidosfarma, a fin de amplificar sus ventas mediante la modalidad digital, que cada vez cobra más volumen. Ver artículo fusión.
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