La cadena de perfumerías Rouge reabrió sus tres puntos de venta porteños ubicados en enclaves neurálgicos. Con la mayor parte de sus tiendas en shoppings, la compañía está a la espera de que se autorice su funcionamiento y ya tiene prevista una ampliación en su locación del Alto Palermo.
Las avenidas con mayor tránsito de la Ciudad de Buenos Aires comenzaron a meterse en la «nueva normalidad» y reabrieron sus tiendas, luego de que el gobierno las autorizara en esta etapa de la cuarentena.
En este contexto, la cadena de perfumerías Rouge, propiedad de la familia Bordoni, ya levantó las persianas de tres de sus sucursales en zonas clave de la Capital Federal. Se trata de sus locales del edificio Pozzi, en Santa Fe 1326; el de Cabildo 1885; y el situado en Galerías París, en Rivadavia 5075.
El retailer cuenta con 32 puntos de venta en todo el país –16 en CABA, 11 en el Gran Buenos Aires y cinco en el interior-. La mayoría está emplazado dentro de centros comerciales, cuya actividad sigue restringida en el AMBA. Por eso, hasta el momento, la compañía volvió a operar únicamente con los locales autorizados, y por supuesto, mediante su plataforma de e-commerce.