Mañana miércoles 21 de mayo termina el plazo para que los candidatos que -mediante concurso- quieran ocupar el principal sillón de la ANMAT puedan levantar la mano.
Aunque todas las fichas están puestas en el actual interventor, Carlos Chiale, que está hace cuatro años al frente del organismo y por otros 20 años fue el número uno del INAME, la principal pata de la ANMAT en materia de control de medicamentos.
Más allá de su impecable y holgado curriculum, no son muchos los candidatos que podrían subirse a esta carrera, dados los requisitos impuestos por el pliego del concurso. Ver requisitos.
Deben ser profesionales pertenecientes o que hayan pertenecido a la carrera profesional de establecimientos hospitalarios y asistenciales dependientes del Ministerio de Salud. O también llegar desde los institutos de investigación y producción ligados a esta cartera.
Es así, que todo hace prever que este cordobés nombrado hace dos años como doctor honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires siga ocupando el sillón principal ubicado sobre la avenida de Mayo.
Allí está la headquarter de la ANMAT, la que cada vez, debido a la diversidad y complejidad de temas que abarca, va sumando y ampliándose en nuevas sedes.
Hace dos años se creó una oficina especial para el área de Tecnología Médica sobre la avenida Belgrano, y recientemente el departamento de Registro llegó a la calle Alsina, a cargo de Roberto Sierras.
A Chiale le tocó vivir momentos fragorosos desde que asumió la máxima responsabilidad del organismo.
El más altisonante fue quizás el relacionado con las rispideces que surgieron durante la gestión del ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno en lo relativo al visto bueno para la importación de medicamentos. Y también la idea de sentar a Chiale en la «Mesa de Precios», materia sobre la cual la ANMAT no tiene injerencia.
El sistema de trazabilidad fue otro de los temas que le trajo varios dolores de cabeza a Chiale. Fue desde el día en que la presidenta de la Nación ordenó repentinamente que todos los medicamentos deberían implementar el control de seguimiento.
El organismo venía desarrollando un plan progresivo enfocado en la alta complejidad, pero todo se desbarató en un segundo y la ANMAT tuvo que bajar la cabeza, aceptando lo que sabía nunca iba a ser posible. Esto es que el 100% de los medicamentos se suban a la trazabilidad, por una combinación de razones técnicas, de costos, operativas y de gestión.
ES EL UNICO EN CONDICIONES DE DIRIGIR ESTE ORGANISMO.
cAPAZ, INTELIGENTE, RESOLUTIVO, DEDICADO, INCANSABLE, TRABAJADOR, GENERADOR DE IDEAS, CREATIVO, HACE, GANICO,
CONTROLA, REGULA, NO PARECE UN FUNCIONARIO PUBLICO DE ARGENTINA Y ESTA SIEMPRE. DESDE EL AÑO 1994 COMO DIRECTOR DEL INAME Y HASTA AHORA NO PARO NUNCA. YO SIEMPRE DIGO NECESITAMOS UN CHIALE EN CADA ORGANISMO PUBLICO. HIZO Y SEGUIRA HACIENDO HISTORIA EN EL AREA SALUD.