La administración Trump apuesta fuerte por las asociaciones público-privadas para contar con una vacuna confiable en enero de 2021. Muy bien recibido por las empresas, el programa federal ya cerró más de 30 proyectos conjuntos por los que desembolsó u$s 3.000 millones.
La firma de tecnología médica Becton Dickinson cerró una asociación estratégica público-privada con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA por su sigla en inglés) de los Estados Unidos para desarrollar nuevas líneas de fabricación de dispositivos de inyección.
Como parte de esta asociación, BARDA aportará aproximadamente u$s 42 millones a un proyecto de inversión de capital de u$s 70 millones destinado a expandir aún más las operaciones y la capacidad de fabricación de BD en Nebraska, donde la compañía ha elaborado dispositivos médicos durante casi 70 años.
BD dijo que espera que las nuevas líneas de fabricación entren en producción dentro de los próximos 12 meses. Una vez completada, BARDA tendrá acceso prioritario a los dispositivos de inyección a fin de poner en marcha el andamiaje de vacunación masiva para COVID-19 y futuras pandemias. Ver press release.
Además de las vacunas, el Estado norteamericano también puso un pie en la multi de tecnología médica Becton Dickinson. El proyecto de ampliación de la planta de Nebraska demandará una inversión de u$s 70 millones, de los cuales u$s 42 serán aportados por el BARDA y los restantes u$s 28 millones por BD.
BARDA ha invertido más de u$s 3.000 millones en vacunas y ha financiado más de 30 proyectos como parte de la Operación “Warp Speed», el programa de la Casa Blanca destinado a acelerar el acceso a vacunas y tratamientos para el nuevo coronavirus.
La Operación Warp Speed es una asociación público-privada impulsada por el gobierno de Estados Unidos que tiene como objetivo principal entregar 300 millones de dosis de una vacuna segura y efectiva contra el COVID-19 para enero de 2021. El proyecto tiene un presupuesto de al menos u$s 10.000 millones. Ver press release.
De hecho, la semana pasada, la administración Trump anunció que aportará u$s 1.600 millones al fabricante de vacunas Novavax, en el mayor acuerdo celebrado hasta la fecha en el marco del programa Operación Warp Speed. Como contraprestación, el laboratorio con sede en Maryland deberá producir 100 millones de dosis de su nueva vacuna a principios del próximo año si se demuestra que es efectiva en ensayos clínicos. Ver Press Release.
Por otro lado, BD informó que también ha finalizado un pedido inicial del gobierno estadounidense para entregar 50 millones de agujas y jeringas para fines de diciembre de 2020, según destaca la nota dirigida a la prensa.
BD es el mayor fabricante de dispositivos de inyección del mundo y produce miles de millones de jeringas y agujas anualmente a través de su red global de fabricación. Además de en los Estados Unidos, la compañía ha recibido recientemente importantes órdenes para atender la pandemia en otros países, incluidos Canadá y el Reino Unido. En la Argentina, BD está al mando de Marco Musitano. La empresa participa en el mercado local con tests PCR para la detección de COVID-19. Además de traer pruebas IVD de la española Certest, la compañía también sumó opciones canadienses de GeneOhmSciences. Ver artículo.
La semana pasada, la FDA le otorgó a BD una autorización de uso de emergencia (EUA en inglés) para que su sistema BD Veritor Plus pueda ser empleado en pruebas de diagnóstico de COVID-19. La compañía dijo que este nuevo ensayo contribuirá a mejorar el acceso a los diagnósticos COVID-19 ya que permite entregar resultados en 15 minutos mediante un instrumento fácil de usar y altamente portátil. Ver Press Release.