La inversión estatal en insumos médicos para hacer frente a la pandemia por el coronavirus se puso de relieve en un análisis realizado por La Nación. Dos empresas cordobesas encabezaron el listado de proveedores de respiradores artificiales, el device que más se compró desde marzo.
Las aristas de la pandemia siguen llamando la atención de los medios, y ahora los periodistas de La Nación Iván Ruiz y Bianca Pallaro detallaron cuáles son las empresas proveedoras de respiradores para el Estado. Ver artículo La Nación.
Según el informe realizado en conjunto con PALTA, -la Red de Periodistas de América Latina para la Transparencia y la Anticorrupción-, mientras muchas industrias se vieron obligadas a cerrar definitivamente por la cuarentena, otros sectores continuaron con sus actividades en su rol de «esenciales». De acuerdo a lo publicado, en lo relativo a insumos médicos, las grandes ganadoras de esta emergencia sanitaria fueron dos pymes cordobesas que se dedican a fabricar respiradores artificiales.
Las firmas Tecme y Leistung, se detalló, le vendieron, 3.647 respiradores artificiales al Ministerio de Salud y al Instituto Malbrán, por un total de $2.760 millones (u$s 36.9 millones) en tres meses. Estas empresas cordobesas fueron los dos mayores proveedores del Estado en insumos médicos durante la pandemia, según el relevamiento realizado por LN Data.
Según La Nación, desde el comienzo de la pandemia, las fábricas de respiradores artificiales cordobesas Tecme y Leistung fueron intervenidas por el Estado para asegurar que su producción tenga como destino solo los hospitales argentinos. Ahora, en la fase final del abastecimiento, esperan volver a exportar a mediados de julio.
Desde marzo hasta la actualidad, Tecme facturó $1.890 millones (u$s 25.3 millones) y Leistung otros $870 millones (u$s 11.6 millones), pudo reconstruir La Nación. Tecme y Leistung, dos de las cinco fábricas de respiradores artificiales en toda Sudamérica, fueron intervenidas en marzo por el Gobierno para asegurar que su producción tenga como destino solo los hospitales argentinos.
Ya en la fase final del abastecimiento pedido por el Estado -a principios de este mes se había distribuido la mitad de los respiradores previstos-, las empresas cordobesas calcularon que podrían volver a exportar a mediados de julio. Leistung ya tiene encargados en la región unos 1.500 respiradores, desde México; Perú; Bolivia; Guatemala; Paraguay; Chile; Colombia y Ecuador. Cada unidad cuesta entre $650 mil (u$s 8.7 mil) y $850 mil (u$s 11.3 mil), tres veces menos de lo que cotizan los devices chinos.
Más allá de las restricciones, la alta demanda local les permitió multiplicar la producción por 20. La provincia de Córdoba los incluyó en el régimen de promoción industrial, que otorga exención impositiva por 10 años y otros cinco años de subsidios energéticos para la producción. Leistung, además, tramitó un préstamo productivo al Banco Nación para comprar maquinaria y estableció una alianza con la ensambladora Mirgor de Tierra del Fuego para aumentar su capacidad.
Además, las empresas cordobesas también vendieron en el exterior desde sus sites en el extranjero. Tecme continuó con la producción en su planta de Atlanta, en Estados Unidos, desde donde exportó a distintos países, aunque -aclararon- con algunas dificultades, y Leistung le vendió al gobierno de Brasil desde su planta en el estado de Santa Catarina, que también fue intervenida en ese país.
Sobreprecios y oportunistas
En el relevamiento de compras públicas que suman un total de $6.474 millones (u$s 86.7 millones) y a partir de otro pedido de acceso a la información pública, el medio de la familia Mitre detectó por lo menos 15 renglones de distintos contratos por insumos médicos que superan los establecidos en los informes de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) como precio testigo. Barbijos N95; guantes de látex; antiparras protectoras; y cofias que llegan a duplicar los precios establecidos por el organismo de control. En total, si se hubieran respetado los precios de referencia oficiales, el Estado habría ahorrado más de $72 millones (u$s 964.6 mil), según consigna La Nación.
El Estado adquirió 2000 barbijos N95 a $755 (u$s 10,12) cada uno, mientras que la SIGEN recomendó un precio testigo de $297,48 (u$s 3,99) para este producto. En ese mismo contrato aparecen otras cinco ofertas más económicas que fueron descartadas por cuestiones técnicas o por no estar inscriptas en el sistema Comprar. Ante la consulta de La Nación, desde la empresa Ernesto Van Rossum y Cía. explicaron que durante la pandemia los precios subieron porque cuando se lanzó la convocatoria había muy poca oferta y el precio de las empresas importadoras era alto.
u$s 1 = $74,63