La aprobación de productos extra COVID-19 sigue en la agenda de los organismos regulatorios a nivel global. Sin embargo, por las cuarentenas ciertos laboratorios le pusieron un stop a los lanzamientos que tenían proyectados. Algunos incluso los postergaron hasta el 2021.

La pandemia del coronavirus cambió los planes de la mayoría de las compañías a nivel global. Y las del sector de Farma no fueron la excepción.

Mientras en la Argentina los laboratorios se subieron a la era de la virtualidad con eventos vía streaming, a nivel global algunas freezaron sus agendas de lanzamientos.

De acuerdo a la agencia de noticias Reuters, aunque la FDA aprobó cerca de 30 nuevas drogas desde enero, las salidas al mercado de los flamantes productos se están postergando. Tal es así que al menos cinco multis decidieron reprogramar sus presentaciones para fin de año o incluso para el 2021. Ver Reuters.

Fue por caso Aimmune Therapeutics que puso en stand by el lanzamiento de Palforzia, el primer tratamiento para la alergia al maní aprobado en Estados Unidos. Dijo que su decisión se debía al parate generalizado de los alergistas. Este es el único producto aprobado de la compañía, de modo que es poco probable que Aimmune obtenga los u$s 48 millones en ingresos anuales que algunos analistas habían proyectado para el medicamento.

Neurocrine Biosciences también fue de la partida. Retrasó la salida al mercado de su terapia para el Parkinson, Ongentys, que se estimaba podía generar casi u$s 9 millones en su primer año. Dijo que esperará hasta finales de este año, porque los neurólogos estaban ocupados asistiendo a pacientes con COVID-19. El mismo camino tomó Endo International para su medicamento Xiaflex. Según Reuters, ejecutivos de la multi consignaron que esperan ver un aumento de personas que comiencen con nuevos tratamientos una vez que se levanten las medidas de distanciamiento social.

La norteamericana BMS, por su parte, le puso pausa a la presentación en el mercado estadounidense de Zeposia, que fue aprobado por la FDA a fines de marzo para la esclerosis múltiple recurrente. La multi argumentó que se registró una desaceleración en el inicio de nuevos tratamientos en los primeros días de la pandemia. Aunque más tarde, en junio, decidió retomar sus planes en función de que los médicos estaban volviendo al ruedo.

Sanofi en tanto, presentó su terapia Sarclisa, para mieloma múltiple, en marzo, pero luego detuvo los motores y retrasó la comercialización completa hasta que la pandemia se acote. Los analistas proyectaban que el medicamento le generaría ventas por u$s 173 millones en su primer año.

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