El efecto coronavirus hacía prever súper resultados para la holandesa Philips que no para de vender respiradores artificiales y equipos de atención médica. Sin embargo en este primer trimestre de pandemia la multi presentó un -2% en ventas. ¿Las responsables? Sus afeitadoras y otros enseres personales que la hundieron en esta primera parte del año.
El efecto COVID-19 ya se está viendo reflejado en los resultados trimestrales de varias compañías de Farma. Así por caso, una de las que está sintiendo de cerca el impacto de la pandemia es la holandesa Philips.
La multi mostró una caída del -2% en ventas durante los primeros tres meses del año a nivel global, con ingresos por € 4.2 mil millones (u$s 4.5 mil millones). Esto a pesar de tener parte de su portafolio enfocado en el segmento de medical devices para el canal hospitalario. Ver reporte resultados.
La principal responsable de este desplome fue su división de Personal Health. La misma retrocedió un -13% debido a la caída en el consumo, por caso, de sus afeitadoras y cepillos dentales los que pausaron su ritmo de ventas en el contexto de aislamiento. Allí su negocio de Cuidado Oral contrajo su ritmo en un dígito, mientras que tanto el de Cuidado Personal como el de Electrodomésticos lo hicieron a doble dígito. Esta última unidad, enfocada en pequeños devices hogareños, incluso está a la venta desde principios de año por no ser considerada estratégica por la compañía. Ver artículo.
La multi está apuntando toda su artillería a hacerle frente a una demanda «sin precedentes» de sus ventiladores hospitalarios. Para ello está produciendo a gran escala su marca Respironics E30, cuyo uso de emergencia fue autorizado por la FDA en este abril. Aunque otros de sus dispositivos profesionales están cayendo en ventas dado que los hospitales retrasan el gasto en equipos no relacionados con el COVID-19.
Por fortuna, Philips tuvo un respiro de la mano de su negocio de Connected Care que consiguió un buen trimestre, con un aumento del 7% en facturación frente al mismo período del año anterior, apalancado principalmente por el incremento de la demanda de equipamiento hospitalario y de «ventiladores» -lo que por aquí se conoce como respiradores artificiales– para responder al Coronavirus.
Así por caso, a fin de hacerle frente a esta «demanda sin precedentes» la compañía introdujo recientemente el uso de emergencia de su marca Respironics E30, equipo que fue autorizado por la FDA el 8 de abril. El dispositivo fue diseñado para alcanzar una producción a gran escala, la que Philips estima será de 15 mil unidades por semana durante este mes.
Aunque Philips está atrapada en medio de la tormenta del COVID-19. La demanda de ventiladores artificiales se incrementa por un lado, pero por el otro los hospitales retrasan el gasto en equipos no relacionados con el virus. Así el negocio de Diagnóstico y Tratamiento registró un alza de tan sólo el 2%, con subas en el segmento de diagnóstico por imágenes pero con una caída en el portafolio de ultrasonido y en los productos para cirugías guiadas por imágenes. Esto claro, en función de que la mayoría de las intervenciones quirúrgicas están en stand by a nivel mundial.
De todas maneras, tal como lo consigna la agencia de noticias Reuters, Frans van Houten, el presidente ejecutivo de la multi, mantuvo una visión optimista y aseguró que se podrá sostener un crecimiento «modesto» a pesar de la crisis generada por la pandemia. Ver Reuters.