Este fin de 2019 coincide con el cierre de un mandato de gobierno en la Argentina. Estos cuatro años de gestión gubernamental tuvieron características muy diferenciadas con los 12 años precedentes. Y ahora, en muchos de los campos que incumben a Farma se espera una revisión de 360 grados en los enfoques. El acuerdo PAMI y el curso de las licitaciones son algunos de los temas.
La inflación y la recesión de la economía marcaron a fuego este 2019 en la Argentina. Y este año tuvo la particularidad además de trocar la tan mentada inelasticidad del sector de los medicamentos que, en el canal farmacias y hasta el mes de noviembre, registra una caída de las ventas del -5.62% medidas en unidades, según IQVIA. Ver artículo
A esto se sumó un álgido escenario electoral en el que de alguna manera, las PASO presidenciales en el mes de agosto se convirtieron en una especie de primera vuelta, la que llegó junto a un desplome de la moneda local. Dos meses después, las elecciones definitivas volvieron a traer a una fórmula de gobierno que podría darle un completo golpe de timón a la economía y a muchas de las medidas que implican al sector de farma.
El período presidencial de Mauricio Macri que se inició en diciembre del 2015 había tenido varios temas en agenda que impactaron de forma directa e indirecta en el desempeño de la industria farmacéutica. El gran eje que marcó y diferenció al gobierno de Macri fue su enfoque respecto del convenio PAMI-industria. La gestión que se dio por terminada el martes 10 de diciembre logró algo impensado para propios y ajenos. Rompió con el bloque intercámaras y obligó a las empresas a firmar un trato «uno a uno» con el PAMI. La gran incógnita para el 2020 es en qué términos se renovará el acuerdo, que vence el 31 de marzo tanto para nacionales como para las multis, las que se subieron a esta modalidad recién en junio de este año. Ver artículo Ver artículo Ver artículo
La designación de Ginés González García como Ministro de Salud para este nuevo período anticipa, de alguna manera, cuáles serán los ejes de la nueva gestión. La creación del Plan Remediar ha logrado permanecer como una iniciativa exitosa a lo largo del tiempo y suena como una idea troncal de trabajo. También la prescripción de los medicamentos por el nombre genérico, ha sido otra de las iniciativas que marcaron su recorrido.
Aunque lo realmente distintivo de la etapa Macri fue el concepto del precio PAMI. La gestión saliente estableció por primera vez un gap diferencial entre el precio de lista Kairos y el precio al que se le vendía al organismo. Con esto se abrió una gran grieta. Los laboratorios nacionales aducían que los medicamentos básicos y generales se estaban vendiendo casi a precio de costo. Otro de los cambios implementados fue el de reemplazar a los interlocutores y los circuitos de pago. Se eligió correr de la escena a la gerenciadora Farmalink para darle protagonismo a la FEFARA. Esto sin dudas fue una línea estratégica y medular del gobierno que ya terminó su mandato. Y el gran interrogante es si Farmalink puede salir del féretro en el 2020.
A su vez, durante este 2019 el PAMI reconoció la deuda que mantenía con los laboratorios, y para la cual las partes pactaron un calendario de pagos. Aunque el año no terminó y ya hay malas noticias. El organismo que hasta la asunción de Alberto Fernández estaba comandado por Sergio Cassinotti, entró en mora con este esquema consensuado. El plan de 20 cuotas que tendría como última escala febrero del 2021 quedó ahora sobre el escritorio de Luana Volnovich. Ver artículo Ver artículo
La despapelización de los actos administrativos y la digitalización -asentada en el sistema COMPR.AR– aplicada a trámites y a compulsas licitatorias fue otro de los ejes de la gestión Macri. Será interesante seguir de cerca si se consolidarán estos procesos de modernización conseguidos de los que difícilmente se podrá retroceder.
Las licitaciones públicas tuvieron un antes y un después en la gestión de Mauricio Macri. La tan mentada «transparentización» llegó a esa área apenas comenzado el 2016. Fue luego de ello que todos los actores tuvieron a su alcance información pública y de forma simultánea para poder cotizar y comparar precios. Será difícil que se pueda retroceder y desandar ese camino.
Durante estos cuatro años, se implementaron también las compras conjuntas y consolidadas de medicamentos, dispositivos e insumos médicos con el objetivo de reducir los precios. Aunque, la gran compra exitosa fue la de factor VIII y las siguientes de oncología no lograron tener un impacto real a raíz del retraso en su implementación. Las mismas se gestaron bajo la órbita del PAMI, el IOMA, el -por entonces- Ministerio de Salud de la Nación y la Superintendencia de Servicios de Salud que se abroquelaron en el 2017 y por tres años. De modo que habrá que esperar para ver si esta «asociación» que vence en el 2020 se renueva por otros tres años o si cambian las estrategias. Ver artículo Ver artículo
Paritarias trimestrales
En medio de un 2019 plenamente recesivo, los convenios paritarios fueron en zaga de forma permanente. Y la gran escalada inflacionaria hizo acortar los plazos de actualizaciones y reajustes por períodos cada vez más cortos.
Lejos quedó la referencia de un incremento del 15% que las autoridades de gobierno deslizaron para los salarios del 2016. De renovaciones anuales se pasó en el 2018 a actualizaciones semestrales y este año el calendario se dividió en cuatro partes. Las empresas junto a los sindicatos acordaron reunirse de manera trimestral con el objetivo de que los salarios no queden totalmente desfasados respecto de las marcas de la inflación.
Por caso, el sindicato FATSA -que nuclea a los operarios y técnicos de planta- y los laboratorios enrolados en las cámaras CILFA, CAEMe y Cooperala llevan cerrado al término de esta nota un incremento del 37.7% definido en tres tramos -11.8% en mayo; 9.48% en agosto; y 12.5% en noviembre-. De modo que el total ya quedó 16.9 puntos por debajo de la inflación del 54.6% proyectada por el Banco Central para este año.
Sin embargo, los diferentes interlocutores se darán cita en enero del 2020 con los números oficiales del IPC anual sobre la mesa. Allí aggiornarán por última vez el acuerdo 2019 que tendrá vigencia hasta el 30 de abril del próximo año. En paralelo, durante este 2019 que está culminando, los empleados fuera de convenio recibieron un aumento que rondó el 45%. Aunque, hay que resaltar que en el último bienio los ejecutivos de marketing y ventas perdieron un 25% frente a los salarios de los empleados sindicalizados.
En tanto, y casi con las campanadas de la Navidad, el gremio de los Agentes de Propaganda Médica de la FAAPROME, que tenía su paritaria vencida desde el 2016, selló su acuerdo a principios de diciembre, en el que se fijó una garantía de ingresos por $72.657 (u$s 1.167). Ver artículo
En este contexto además, el sector de farma comenzó a registrar un desgrane que acaparó también la atención de los medios generalistas. Aunque, sin embargo, en los distintos procesos de desvinculaciones incidieron varios factores. Por caso, en junio el laboratorio nacional Elea-Phoenix le pasó la tijera a a cerca de 100 colaboradores entre los que se incluyeron a 26 representantes gremiales. El recorte se aplicó en función del proceso de adquisición y fusión con Phoenix, tras el cual el staff había quedado sobredimensionado. Ver artículo Ver artículo
Otro que envió telegramas fue Craveri. La empresa que atravesó un desfasaje financiero significativo y para lo que apeló a vender su marca estrella Tetralgin en el 2018, desvinculó en marzo a casi medio centenar de empleados, fundamentalmente del sector de planta y técnica. Ver artículo
En paralelo, las prepagas también acusaron recibo. Las empresas que incrementaron en el 2019 un 60.6% el valor de sus cuotas mensuales, lanzaron este año nuevos planes de cobertura en consonancia con una realidad económica marcada por la inflación y la recesión. Es así que, para hacerle frente al creciente desgrane de afiliados hacia planes más accesibles, las entidades lanzaron opciones más básicas y económicas. Ver artículo Ver artículo
La Super y la era de los «reintegros»
La Superintendencia de Servicios de Salud comandada hasta diciembre por Sebastián Neuspiller también estuvo al tope de la agenda de este 2019. Por caso, durante este último trimestre se oficializaron una saga de normativas de reembolsos. Las mismas tomaron en general el tope de $30.000 (u$s 476,19) para los productos enrolados en hemofilia, artritis, psoriasis, HIV y asma severo. A la vez que se sumaron nuevas moléculas para un listado que no se actualizaba desde el 2014.
Punto y aparte para el acuerdo alcanzado entre el Estado y el laboratorio Biogen en pos de la cobertura del producto Spinraza, clasificado como de ultra alto costo. El precio fijado correrá también para obras sociales y prepagas en tanto adhieran al trato. Aunque esto es sólo el principio. Las grandes farmacéuticas están con todos los cañones apuntando a las terapias génicas las que se constituirán en una nueva generación de productos que tendrán a maltraer a los presupuestos del Estado.
La creación en el 2018 de la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud, CONETEC, fue otro de los capítulos inconclusos del gobierno de Macri. Esta mesa técnica se perfilaba para constituirse en la raíz de la trunca AGNET. Sin embargo apenas emitió dos informes de evaluación cuando le quedaban horas a la gestión presidencial saliente. Ver artículo Ver artículo
Los biosimilares también asomaron la cabeza. La ANMAT ya le dio luz verde a un ramillete de productos. Figura Basaglar, una insulina desarrollada en conjunto por la norteamericana Eli Lilly y la alemana Boehringer Ingelheim. También están listados Enerceptan; y Folitime, ambos de Gema Biotech, del grupo Mega Labs; el trío conformado por Lumiere; Bevax; y Novex, del nacional Elea-Phoenix; y Remsima, del local Gobbi Novag. Argentina, según la consultora IQVIA, es el único país de Latinoamérica donde la mayoría de las aprobaciones de biosimilares son de origen nacional.
En tanto, el sector de la biotecnología recibió un empujón durante la gestión de Mauricio Macri. En el 2018 se reglamentó la ley de Desarrollo y Promoción de la Biotecnología Moderna con el objeto de según se dijo estimular inversiones, sustituir importaciones y aumentar las exportaciones. Ver reglamentación
Asimismo, en octubre de este año, se sancionó el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento, que entrará en vigencia a partir de enero del 2020. La normativa establece reducciones e incentivos fiscales para aquellas firmas en las que el porcentaje de facturación proveniente de las actividades promovidas -en este caso la biotecnología- represente al menos el 70% de sus ingresos totales. Faltaba hasta hace pocos días un elemento clave. Un aplicativo que debe generar la AFIP, ahora a cargo de Mercedes Marcó del Pont, para así acceder efectivamente a los beneficios fiscales. Por lo cual, todo todavía estaba inaplicable.
Sin embargo, el golpe de gracia lo está terminando de dar la ley de emergencia pública, técnicamente llamada «Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva«. La misma incluye un apartado dedicado a la seguridad social y a las contribuciones patronales. Si la ley finalmente se aprueba tal como está expresada, este capítulo le dará en el blanco al sector de la biotecnología. Es porque perdería los beneficios impositivos contemplados en la «Ley Bio». Por lo que, de sancionarse, todo volvería a punto muerto. Ver artículo
u$s 1 = $62,25 (cotización del jueves 05/12 – FAAPROME)
u$s 1 = $63,00 (cotización del viernes 20/12 – Reembolsos)
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